Gloria a la Santisima Trinidad
José de Jesús y Maria
Gloria a ti, Dios Padre, rey Supremo, Creador del Cielo y de la Tierra; gloria a ti, suprema Omnipotencia; gloria a ti, fuente de Amor y Sabiduría; gloria a ti, altísima majestad infinita.
Gloria a ti, abundante fuente de existencia, gloriosa causa sin causa; gloria a ti, divina promesa y objetivo final de todos tus hijos, cuyo Nombre es razón de alabanza y temor.
Gloria a ti, Dios soberano, más allá de la descripción de nuestro limitado intelecto humano, y más cercano que nuestro propio aliento. Gloria a ti, Dios, autor de la creación y Espíritu sostenedor del universo físico y espiritual.
Padre mío, yo te adoro con toda la fuerza de mi corazón, de mi mente, mi alma y mi espíritu.
Padre Celestial, ven a nuestros corazones!
Gloria a ti, Dios Hijo del Padre celestial, mi amadísimo Señor Jesucristo. Dios Hijo, engendrado del Padre eterno, Dios nacido hombre de la Sagrada Virgen María por medio del Espíritu Santo, encarnada Sabiduría eterna. Dios, Rey de todas las criaturas del Padre.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo con el único sacrificio digno del Padre para la redención de la humanidad.
Gloria a ti, Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Cristo, ofrecida diariamente en todos los altares del mundo para darnos la Vida.
Gloria a Ti, “eterna fuente de misericordia y amor” que crece en los corazones de aquellos que te aman. Gloria a ti, Señor Jesucristo, donde nuestras almas encuentran refugio en tu Sagrado Corazón. Gloria a ti, amadísimo Jesús, a quien nos entregamos con nuestra devoción y consagración al Corazón Inmaculado de María, tu bendita Madre, nuestra abogada ante Ti.
Hijo del Padre eterno, mi Señor y Dios, ye amo con toda la fuerza de mi corazón, de mi mente, de mi alma, y mi espíritu.
Adorado Jesús, ven a nuestros corazones!
Gloria a ti, Dios Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, Voz de la Sabiduría de Dios, que habló a los patriarcas, los profetas, y los santos. Gloria a ti, Espíritu Santo, Esposo espiritual de María, que cubrió a la Virgen Santa María para que concibiera al Hijo de Dios, nuestro Señor Jesús. Gloria a ti, Espíritu Santo, Sabiduría encarnada en Jesucristo, que con su palabra divina dejaste alimento para nuestras almas. Gloria a ti, divino Espíritu de Pentecostés, que iluminaste a la Virgen María y los apóstoles, para propagar el Reino de Dios en todos los corazones.
Gloria a ti, Espíritu Santo que guías y sostienes la Iglesia de Cristo a través de sus sirvientes. Gloria a ti Espíritu Santo, Espíritu de oración, de fervor, de consagración, de penitencia, de fe, de esperanza, de Amor a Dios y a nuestro prójimo, de mortificación y desapego del mundo. Gloria a ti, Espíritu de esperanza que nos llamas a la Casa del Padre.
Te amo con toda la fuerza de mi corazón, de mi mente, mi alma y mi Espíritu.
Espíritu Santo, ven a nuestros corazones!