Yo estoy seguro que la interpretación popular del himno al amor que afirma que en la eternidad no van a hacer falta la fe y la esperanza, es una interpretación incorrecta del texto, y una comprensión no menos incorrecta de las virtudes teologales.
Entiendo que muchos teólogos lo han afirmado, pero creo que están sencillamente equivocados, y que el texto no dice eso.
San Pablo dice: «Ahora subsiisten la fe, la esperanza y el amor, estas tres, la mayor de estas es el amor.»
Ahora bien, ese «ahora», ¿se refiere a ahora ahorita nomás, a hoy miércoles 22 de febrero del 2012? Creo que si se lee bien el texto, ese «ahora» (que además en griego está destacado, y usa otra palabra distinta que las que venía usando para decir "ahora" en los versículos anteriores) no es el ahora ahorita, sino el ahora de la salvación, como cuando dice «ahora es tiempo de gracia, ahora es día de salvación» (2Cor,6,2, la leímos hoy, precisamente)
Ese ahora es eterno, una vez ingresados en Cristo, ya entramos en la eternidad, por tanto cuando dice que ahora están la fe, la esperanza y el amor, lo que dice es que ese es el nuevo régimen de vida en Cristo, desde ahora y para siempre.
A mi entender, y no exagero, es casi blasfemo decir que no necesitaremos la fe ni la esperanza en la vida eterna, porque eso supondría que nos sumergimos en la inabarcabilidad del ser de Dios siendo nosotros mismos ya ese ser divino... A Dios no hay manera de "terminar" de contemplarlo, por tanto, aun cuando estemos invitados a su contemplación eterna, estaremos siempre en espera de más (esperanza), y siempre profesando lo visto de lo no-visto (fe).
El amor es la más alta, la que reune a la trinidad teologal, pero no la única que subsiste.
Creo que respecto de esto hay un par más de teólogos que dicen lo mismo, pero si no soy más que yo, me da igual.
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«Mi corazón está vacío de verdadero saber, acógele entre tus brazos.»
El tiempo del hombre dentro de ese tiempo [del "tiempo de Cristo", del que venía hablando], esto es, la existencia cristiana, está determinado en su conrenido por "estas tres cosas" (1Cor., 13, 13): Fe, esperanza, amor. Para entenderlas bien, no se debe dejar para lo último el considerarlas dentro de una teología cristiana del tiempo. Expresado negativamente: no se deben valorar partiendo unilateralmente del punto de vista de una contraposición, platónico-aristotélica, filosófica en general o místicamente abstracta, entre el tiempo y la eternidad. Si se hace así, casi se las desgajará entre ellas: la fe y la esperanza quedarán adscritas a la temporalidad, y sólo el amor a la eternidad. Se pondrá el carácter temporal de la fe y la esperanza sólo como algo interino, que se ha de superar, descifrándose en un "ver" y "poseer" más altos, pero con eso no se dará plena razón de las "tres cosas" de que habla San Pablo. El pasaje de 1Cor 13, se opone a toda división de la fe, la esperanza y el amor en un aquende y un allende; San Pablo más bien las reúne en una especie de perikhoresis [demarcación], que él envuelve con la paciencia y el aguardar en el tiempo: "El amor [o la caridad] lo soporta todo, lo cree todo, lo esfera todo, tiene paciencia de todo." Este amor, que incluye en sí fe, esperanza y perseverancia, es lo que se sobrepone a todos los carismas reunidos: profecías, don de lenguas y gnosis [conocimiento]. La gnosis es fragmentaria y se disipará. Pero lo que "queda" (en el versículo 13 nuní [ahora] tendría entonces que entenderse en sentido lógico) -y ese "quedar", que repite el "no pasar" del amor, en el versículo 8, se presenta como la más fuerte contraposición al "cesar", "desaparecer" y "terminar" de los carismas-, lo que queda es "fe, esperanza, amor, estas tres cosas, y la mayor", la que incluye a las otras dos, "es el amor" [candad] (1Cor., 13, 13).
Von Balthasar dice lo mismo, pero mejor dicho y con menos enfado...
En Teología de la Historia, ed. castellana Cristiandad, pág. 51-52 Si mal no recuerdo, explica el texto en esa misma dirección también en otros trabajos, pero éste era el que tenía a mano, al menos para nos entirme tan solo...
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«Mi corazón está vacío de verdadero saber, acógele entre tus brazos.»
Yo también creo haber leído algo por el estilo en otro libro de UvB. Suena convincente, en referencia a 1Cor 13. Habría que ver qué pasa con 2Cor 5:6 ("mientras habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del Señor, pues caminamos en la fe y no en la visión") que parece abonar mejor la interpretación popular/tradicional del asunto, no?
Más o menos, porque no es necesario entender que hay una oposición de tipo excluyente entre fe y contemplación, ni el versículo de 2Cor lo presenta así.
Por supuesto que ahora estamos en un régimen que podemos calificar "de la fe", contemplamos, pero a través de la fe (dia pisteos), lo que no quiere decir que cuando estemos en un régimen de contemplación, desparaezca la fe.
Lamentablemente, lo que se propone es que se acaban la fe y la esperanza, y eso proviene de una mala comprensión de 1Cor 13... eso no significa, por supuesto, que ahora ya estemos en la plenitud de la vida "en Cristo", porque estamos en un régimen de tensión.
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«Mi corazón está vacío de verdadero saber, acógele entre tus brazos.»
son diversas formas de decir.
como apunta abel, es según el sentido de las palabras.
las virtudes son virtualidades q emanan de lo q es y no son cosas q se tienen o no se tienen. los q hablan de virtudes dicen q las virtudes forman un tejido de tal modo q si falla una empiezan a fallar todas.
si por fe hablamos de creer lo q se prefigura detrás de un velo, entonces cuando se quita el velo, desaparece la fe. es tanto como decir q si con el velo debo hacer actos de fe, sin el velo no harán falta.
bien pues. pero en este caso, estamos hablando de actos humanos y no en términos de virtud propiamente.
si todas las percepciones del alma nos informan de la divina compañía, excepto la vista, cuando la recobremos y veamos a dios tal cual es, no sólo no habremos perdido la fe sino q la viviremos en su plenitud identificada con la caridad y con todas las demás virtudes.
efectivamente, en la caridad, se contienen todas las virtudes. y si aquí distinguimos las naturales y las sobrenaturales, allá serán todas igual de naturales.
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El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
/// A Dios no hay manera de "terminar" de contemplarlo, por tanto, aun cuando estemos invitados a su contemplación eterna, estaremos siempre en espera de más (esperanza), y siempre profesando lo visto de lo no-visto (fe). ///
Al menos esto hacer ver la eternidad mas interesante!!
Y yo que pense que ya sabriamos todo y no esperariamos nada.
he aqui un curioso incorregible...
en estando allá se corregirá, dont worry.
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El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
si todas las percepciones del alma nos informan de la divina compañía, excepto la vista, cuando la recobremos y veamos a dios tal cual es.
Eso es precisamente el punto que realmente no admito: a mi entender la expresión "ver a Dios tal cual es" es una expresión carente de sentido, una proposición que no remite a ningún significado real. La sola noción de "el ser de Dios" (incluso como noción pensada) está en las antípodas de la idea de contemplar, de mirar. Cuando caiga el velo veremos con seguridad y sin error, eso está prometido, pero una cosa es ver sin error y otra ver todo simultaneamente.
Nuestra percepción es ahora vacilante, esquiva, dirige la mirada, pero en esa mirada se cuelan fantasías y divagaciones, vemos y no vemos. Algo vemos, lo que justifica decir que vivimos en un régimen de anticipo, pero es mucho más lo que no vemos.
Es cierto que la Escritura utiliza la expresión "ver a Dios cara a cara", o muy similares, en algunas ocasiones (unas diez en el AT y unas 4 en el NT), sin embargo, creo que analizando una por una no se puede concluir que eso sea un enunciado metafísico, como el que hacemos nosotros cuando, fuera del contexto simbólico y poético de la Biblia, decimos "veremos a Dios cara a cara". Aunque la expresión sea la misma, su valor es completamente distinto.
Por ejemplo, dos textos:
El de la primera carta de Juan, 2,27 a 3,2:
Y en cuanto a vosotros, la unción que de El habéis recibido permanece en vosotros y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas - y es verdadera y no mentirosa - según os enseñó, permaneced en él. Y ahora, hijos míos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su Venida. Si sabéis que él es justo, reconoced que todo el que obra la justicia ha nacido de él. Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!. El mundo no nos conoce porque no le conoció a él. Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal cual es.
Este párrafo es uno de los más metafísicos de todo el Nuevo Testamento; sin embargo, leyéndolo con atención y en su contexto, no aislando sólo la proposición final, creo que queda claro que la semejanza es con Cristo Dios-hombre, no con la esencia de Dios, y que el fundamento de esa semejanza es que veremos A CRISTO tal cual es, lo veremos en su humanidad eternamente encarnado, y seremos, entonces, semejantes a él. Con todas las mediaciones que comporta ser humano.
Ya sé que hablar de "la esencia de Dios" y de Cristo Dios-Hombre son sólo maneras de hablar, pero sin embargo es a lo más que puede llegar nuestro lenguaje, a distinguir impropiamente, lo que con propiedad no pòdemos ni siquiera nombrar.
El otro texto también muy directo es el de Apocalipsis 22,3-4:
el trono de Dios y del Cordero estará en la ciudad y los siervos de Dios le darán culto. Verán su rostro y llevarán su nombre en la frente.
A mi entender, nuevamente el antecedente del posesivo al que hace referencia "su" rostro es el Cordero, precisamente porque está al lado de "llevar su nombre en la frente", que es un símbolo que indica en el mismo Apocalipsis 14: llevaban en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. "Su nombre" es paralelo a "su rostro", y a tenor de esto, lo que se verá es al Cordero y a su Padre.
Es que lo que está en juego, a mi entender, con la fantasía de ver la esencia de Dios, es que lo que se propone en esa frase es una eternidad in-humana. Podemos decir que creemos en la resurrección de la carne, pero si luego lo más importante ya no es humano, borramos con el codo lo escrito con la pluma. El ser humano es un ser de mediaciones, eso le es consustancial, es creado así, como ser mediato, no vemos esencias -eso no es ninguna imperfección, es nuestra manera de ser-. Decir que un hombre, en tanto hombre eternamente humano, ve la esencia de Dios, carece de significado, y como esa esencia es, además, la del propio Dios, raya en la blasfemia.
La fruición eterna en la infinitud del ser de Dios -a quien contemplaremos en una eterna novedad de lo que a cada instante nunca habremos visto- basta para llenar de deseo una vida y muchas vidas, todas las vidas, sin necesidad de proponer absurdos.
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«Mi corazón está vacío de verdadero saber, acógele entre tus brazos.»
"ver a Dios tal cual es" es una expresión carente de sentido
bueno, muchas expresiones escolásticas no tienen mucho sentido. sólo son mera y enteramente lógicas.
y es una mezcla de tomismo y platonismo: si ahora vemos la realidad velada y con demasiados condicionamientos propios y propios de nuestra naturaleza caída (tal cual el mito de la caverna), al morir saldremos de la caverna y veremos las ideas, es decir, al morir veremos a los seres celestiales y a dios tal cual son.
la cuestión es tb q el ser no es un pedrusco enorme q de tan grande no cabe y, por tanto, esta fuera del universo o en otra dimensión.
el Ser siempre estaremos aprehendiéndolo precisamente porque es algo dinámico y no estático: dinámico y siempre nuevo. ejemplos típicos y tópicos para ilustrar esto sería la pregunta de si alguien se cansa de ver una buena hoguera arder, aunque sea por un buen rato. pero es cierto q para esa realidad no tenemos palabras, sólo imágenes, metáforas, analogías,...
aún así dios no será visible como lo puede ser siquiera un ángel o un alma humana (previa resurrección). a dios lo 'veremos' siempre con los ojos del alma: en la caridad.
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El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
propia, estricta y literalmente no habrá un face to face y ni siquiera un interface.
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Benedicto XVI.
ahora te he leído todo el post :P
efectivamente, veremos a cristo, lo q se dice ver. como nos veremos nosotros.
ahora bien, toda suposición de lo q será allá y de cómo será va determinado de lo q acá consideremos el acá. la vida plena no es un éxtasis continuo. eso es lo q parece ser q a algunos les gustaría y el sólo servir agua en la mesa les pena.
la plenitud de la vida es vida en plenitud, si se me permite la obviedad: en el amor.
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El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
bueno, muchas expresiones escolásticas no tienen mucho sentido. sólo son mera y enteramente lógicas.
Entonces no nos ocupemos de ellas... el gran problema con esa expresión es que pasó al lenguaje popular de la fe, y se convirtió en un tópico teológico, dicho, pero no reflexionado: ese es el uso contra el que me dirijo, no el escolástico, que queda en los manuales, sino el uso que borra nuestra humanidad en la confesión concreta de la fe, en las ilusiones concretas que -más allá de que se expresen en metáforas- no aciertan a valorar que esto que somos, seres de mediaciones, estamos llamados a serlo eternamente.
Nuestro contacto con Dios, ahora y por siempre, no es de alma a alma, es de seres corpóreos, humanos hechos a imagen de Cristo, cuya humanidad quedará divinizada en completa semejanza con Cristo. Somos y seremos seres de signos: el cuerpo es signo de una divinidad que ahora nos está ausente, pero a la que celebramos en una liturgia, que entonces celebraremos eternamente.
Ahora escuchamos una música, entonces escucharemos eternamente la música del universo. Todo el arte, todo el saber, toda el ingenio humano, y también los más mínimos gestos corpóreos, como una caricia o -como dice JuanL- "como se da una flor, /en el nivel de los niños, /más allá de sí misma, /en el olvido completo de ella misma"; cada uno de esas creaciones y esos gestos, en tanto mediaciones de lo humano, tienen un valor y una trascendencia eternos. Comienzan en el tiempo, pero se dirigen a la visión siempre nueva de Dios, que no acaba.
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«Mi corazón está vacío de verdadero saber, acógele entre tus brazos.»
El libro de von Balthasar que cité más arriba, "Teología de la historia", lo subí a la biblioteca, aunque hoy, por los problemas que está experimentando el servidor 4shared (y que espero que se solucionen pronto) no está aun disponible. El link está en la biblioteca.
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«Mi corazón está vacío de verdadero saber, acógele entre tus brazos.»
O sea que el misterio sigue siendo misterio ... "eternamente".
q es tb lo mismo decir q el misterio se desvela sin agotarse nunca.
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El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
Mi opinión es que sí, pero al menos estaremos ciertos de estar adentrándonos en el auténtico Misterio, y no pseudomisterios construidos por nuestra vagancia, nuestra inopia o nuestro afán de poder.
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