Sólo Dios merece confianza, sólo Dios nos ama, y confía en nosotros
Sí, sólo Dios, porque nos ama, sin merecerlo, porque nos ama, antes de que existamos, porque nos ama; aunque no le amemos; porque nunca nos miente, nunca se equivoca, siempre está no cambia nunca, siempre Es
Los demás, nos aman, porque somos de su sangre, porque les caemos simpáticos, porque Dios les manda amarnos, nos aman al conocernos, nos aman pero pueden dejar de amarnos; eso por ejemplo de que es imposible que una madre no ame, a sus hijos, lo desmienten la historia y las noticias, no es lo más normal, a Dios gracias, pero si existe.
Si los padres sin recurrir al crimen, pudieran elegir antes de nuestra existencia otros hijos mejores, lo habrían hecho, Dios no, Dios nos quiso como somos
Los demás o mienten o se equivocan
Los demás nos dejan, o bien porque se cansan, o bien porque se mueren
O cambia su modo de pensar, de ser
Dios es el único que está siempre
Por eso precisamente tenemos que aceptar el amor de los otros, confiar en los otros porque Dios, quiere dársenos por medio, de seres débiles como nosotros, no sólo la vida, también la fe, y el amor
Un abrazo
Maite
“Puesto en pie, en medio les dijo, “no temáis, Yo soy”
Crudo, pero muy cierto... siempre me pareció formidable el realismo del salmo: «si mi padre y mi madre me abandonan, el Señor me acogerá.» (salmo 27)
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Así es, y, sin pensar en casos patológicos, ni gente perversa, ni malvada, no, normalita, entre que somos falibles todos, también los padres, que nos morimos todos, y, sin avisar no venimos con fecha de caducidad, pues como para apoyarse en el ser humano, salvo que sea Dios quien te apoye en él, porque Dios si, que es infalible, que no muere, que no te deja nunca, aunque a veces lo parezca
Un abrazo
Maite
“Puesto en pie en medio de ellos les dijo, “No temáis, Yo soy””