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formación, reflexión y amistad en la fe, con una mirada católica ~ en línea desde el 20 de junio de 2003 ~
San Isidro labrador, laico
fecha de inscripción en el santoral: 15 de mayo
†: c. 1130 - país: España
otras formas del nombre: Isidoro
canonización: B: Pablo V 2 may 1619 - C: Gregorio XV 12 mar 1622
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: Memoria de san Isidro, labrador, que en Madrid, en el reino de Castilla, juntamente con su mujer, santa María de la Cabeza o Toribia, llevó una dura vida de trabajo, recogiendo con más paciencia los frutos del cielo que los de la tierra, y de este modo se convirtió en un verdadero modelo del honrado y piadoso agricultor cristiano.
Patronazgos: patrono de Madrid, y los labradores y campesinos, protector contra la sequía y para pedir la lluvia y la buena cosecha.
Tradiciones, refranes, devociones: Por San Isidro Labrador, la cosecha tiene color.
San Isidro Labrador quita el agua y trae el sol.
(variante) San Isidro labrador, reparte el agua y el sol.
Si se desigualó el sembrado, por San Isidro esta igualado.
(jaculatoria enviada por un lector:) «San isidro Labrador, cuida y riega nuestra quintita.»
Oración: Señor, Dios nuestro, que en la humildad y sencillez de san Isidro, labrador, nos dejaste un ejemplo de vida escondida en ti, con Cristo, concédenos que el trabajo de cada día humanice nuestro mundo y sea al mismo tiempo plegaria de alabanza a tu nombre. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. Amén (oración litúrgica).

El patrono de Madrid nació en lo que es ahora la capital de España. Sus padres, que eran pobres, le dieron el nombre de Isidro o Isidoro, en honor del célebre arzobispo de Sevilla. Como no pudieron enviar a su hijo a la escuela, se encargaron ellos mismos de inculcarle sus escasos conocimientos junto con el horror del pecado y el amor a la oración. En cuanto tuvo edad suficiente para trabajar, Isidro entró al servicio de un rico propietario madrileño llamado Juan de Vargas, en cuya casa estaba destinado a trabajar toda su vida como labrador. Isidro se casó con una muchacha pobre, santa Toribia, tan buena como él; pero después del nacimiento de su primer hijo, que murió en la infancia, ambos decidieron servir a Dios en continencia perfecta. La vida de san Isidro fue un modelo de perfección cristiana en el mundo. Se levantaba muy temprano todos los días para ir a misa. Durante la jornada, en tanto que su mano guiaba el arado, su corazón conversaba con Dios, con su ángel guardián y con los santos del cielo. Pasaba los días de fiesta en visitas a las iglesias de Madrid y los alrededores. Aunque era muy amable con los demás y estaba dispuesto a prestar ayuda, san Isidro no escapó de los ataques de las malas lenguas, pues sus compañeros le acusaron de que llegaba tarde al trabajo por meterse en la iglesia. Para averiguar la verdad, Don Juan de Vargas se puso personalmente al acecho y comprobó, en efecto, que Isidro llegaba tarde al trabajo; se disponía ya a reprenderle, cuando vio, con la sorpresa que es de imaginar, que una yunta de bueyes blancos, guiada por la mano de un desconocido, araba el campo junto al arado de San Isidro. Mientras contemplaba la escena, paralizado por el asombro, desapareció la yunta maravillosa y el propietario comprendió que el cielo se encargaba de suplir el trabajo del santo labrador. Otras personas atestiguaron también que habían visto cómo los ángeles ayudaban a san Isidro. Don Juan de Vargas concibió desde entonces gran respeto por su servidor, quien, según la leyenda, obró varios milagros entre los miembros de la familia de su amo.

El santo era muy generoso con los pobres; con frecuencia los invitaba a su mesa y reservaba para sí los restos de la comida. En una ocasión en que había sido invitado a un banquete por una cofradía, san Isidro permaneció en la iglesia, absorto en oración, y llegó cuando la fiesta tocaba a su fin, seguido por un grupo de mendigos. Sus huéspedes le recibieron con cierta frialdad y le dijeron que le habían guardado su porción, pero que no podían alimentar a todos sus compañeros. San Isidro les contestó que su porción bastaba para él y todo el grupo y así sucedió, en efecto. Una de las leyendas que corren sobre el santo, ilustra su amor por los animales. En un helado día de invierno, cuando transportaba una bolsa de grano, vio una bandada de pájaros acurrucados tristemente en las ramas esqueléticas de los árboles. Comprendió que no habían encontrado qué comer y, al instante el santo abrió la bolsa y echó a las aves la mitad del contenido, a pesar de las burlas de su compañero. Pero, cuando llegaron al sitio de la siembra, la bolsa estaba llena y la semilla produjo en la cosecha el doble de lo acostumbrado.

San Isidro murió el 15 de mayo de 1130. Su esposa, que le sobrevivió varios años, alcanzó también el honor de los altares. En España se la llama santa María de la Cabeza, porque se acostumbraba llevar en procesión su cabeza durante las épocas de sequía. El cuerpo de san Isidro fue trasladado, cuarenta años después de su muerte, a un santuario más rico. Su culto se popularizó mucho por los milagros que el santo obró allí. Se dice que en 1211 se apareció al rey Alfonso de Castilla, que se hallaba entonces combatiendo a los moros en las Navas de Tolosa, para mostrarle un sendero que permitió al monarca caer por sorpresa sobre el enemigo y derrotarle. Más de cuatro siglos después, el rey Felipe III llegó tan enfermo a Casarrubios del Monte, que los médicos perdieron toda esperanza de salvarle. Se organizó entonces una procesión para trasladar las reliquias de san Isidro desde Madrid hasta el lecho del monarca; en el momento en que las reliquias salían de la iglesia de San Andrés, desapareció la fiebre y, cuando llegaron al dormitorio del rey, quedó éste completamente curado. La familia real de España, promovió ardientemente la causa de san Isidro, quien fue canonizado en marzo de 1622, junto con san Ignacio, san Francisco Javier, santa Teresa y san Felipe Neri. En España se les llama, desde entonces, «los cinco santos».

De Félix Lope de Vega: A Madrid,
por la dicha de ser su Patrono San Isidro Labrador


Madrid, aunque tu valor
Reyes le están aumentando,
nunca fue mayor que cuando
tuviste tu labrador.

Aunque de gloria se viste,
Madrid, tu dichoso suelo,
nunca más gloria tuviste
que cuando, imitando al cielo,
pisado de ángeles fuiste.
No igualará aquel favor
el que hoy ostenta tu honor,
aunque opongas tu trofeo,
aunque aumente tu deseo,
Madrid, aunque tu valor.

No tendrás glorias mayores,
que cuando en las manos bellas
de angélicos labradores,
eran tus flores estrellas,
los rayos del sol tus flores.
En vano están laureando,
en vano están coronando
tu frente, en vano el honor
que te ha dado un labrador,
Reyes le están aumentando.

Dirán que cuándo tuviste
más gloria que en ti se encierra.
Di que cuando ángeles viste
labrar humildes tu tierra;
di que cuando cielo fuiste;
que cuando al cielo imitando
el sol te estaba envidiando,
pues su luz tu luz prefiere;
y así sabrá quien dijere
Nunca fue mayor que cuando.

Mayores triunfos, mayores
lauros tu poder advierte,
pues con divinos favores
respetas, como la muerte,
mas que reyes, labradores.
Hagan inmortal tu honor
jaspes, mármoles y bronces;
pues para gloria mayor
hoy tienes tal rey, y entonces
Tuviste tu labrador.

El documento fundamental sobre el que se basa casi totalmente lo que sabemos de Isidro es una vida escrita por «Juan el Diácono», quien probablemente se identifica con el escritor franciscano Juan Egidio de Zamora. Se encuentra impreso en Acta Sanctorum, mayo, vol. III, pero no puede tenerse como un registro fidedigno, ya que fue compilado ciento cincuenta años después de la muerte del santo. Una edición crítica de este texto latino fue publicada por F. Fita, en el Boletín de la Real Academia de la Historia, vol. IX, (1886), pp. 102, 152. Existen numerosas vidas escritas en castellano y en italiano, lo mismo que varios poemas de Lope de Vega. La mejor biografía parece ser la del P. J. Bleda (1622). También existe una narración moderna en francés, debida a la pluma de J.P. Toussaint, (1901). Pero sin duda, quien trata más satisfactoriamente los puntos de interés en la historia de san Isidro es el P. García Villada en Razón y Fe, mayo, 1929. Este autor proporciona multitud de detalles respecto a la preservación del cuerpo del santo, que aunque momificado se encuentra todavía completo.

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedido 34479 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el enlace de la página
Comentarios
por Rubén Cortazar Vinck. (i) (189.216.122.---) - dom , 15-may-2011, 05:14:25

Si en estos santos o en otros tales no pudieramos ver con admiración y asombro el amor con que Dios les ama, perdóneseme la expresión, para que querríamos santos. En estos santos que vemos a ti Señor contemplamos y se eleva nuestra fe contemplando a los hermanos.

Que bien el incluir un poema de este santo.
Que bonita la imágen elegida.

Gracias y saludos
Abel.

Atte.
Rubén.

P.D. Agradezco la fructífera labor que nos brida este portal.

por Martin Henin (i) (190.16.73.---) - lun , 16-may-2011, 02:20:48

Én el sector titulado "tradiciones, refranes, devociones'', me gustaría compartir éste que mi Abuelo le enseño a mi Padre:
San isidro Labrador,
cuida y riega nuestra quintita.

por Silvia Alejandra (i) (201.254.101.---) - sb , 16-may-2015, 01:27:03

Hoy San Isidro Labrador me acompaño en mis trabajos profesionales que son los campos de Dios y sé que con su ayuda la mies será muy fecunda. Gracias, San Isidro Labrador por tu intercesión, y también la de San José. Alabado sea Dios. Viva Jesús, Viva la Virgen, Viva la Iglesia. Viva...¡

por José María Revuelta (i) (80.59.205.---) - lun , 15-may-2017, 09:51:30

En las breves notas biográficas que preceden a las diversas horas de la sección "Liturgia de las Horas" se dice que su cuerpo se encuentra incorrupto en la catedral de Madrid. Probablemente es una anotación antigua, pues la catedral de Madrid cambió de sitio y el cuerpo de san Isidro sigue en su anterior emplazamiento, que hoy se llama Colegiata de San Isidro y parroquia de Nuestra Señora del Buen Consejo.
15 de mayo de 2017

por Abel (81.203.151.---) - lun , 15-may-2017, 10:22:17

Sí, muchas gracias por la atención. Esa nota proviene siempre de la edición del breviario, trataré de conseguir la redacción nueva. Aunque puedo cambiarla por mí mismo, me gusta respetar cómo está dicho en el propio libro.

por Abel (81.203.151.---) - lun , 15-may-2017, 15:24:04

Muy bien, el resultado de las pesquisas es que la edición actual del breviario sigue diciendo lo mismo, así que como el error es evidente, lo he corregido con discreción... :-) Muchas gracias.

por Carmen (i) (70.124.22.---) - mar , 16-may-2017, 03:41:30

Siempre le he tenido especial carino a este santo. Trabajo en la industria de perecederos, y, definitivamente, necesitamos a san Isidro intercediendo por nosotros dia con dia.

San Isidro labrador, ruega por nosotros. Amen!

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