Un usuario habitual de ETF nos envía este link para incluirlo en Brújula: Glosas Teresianas: http://glosasteresianas.wordpress.com/
Un proyecto interesantísimo con vistas al quinto centenario del nacimiento de la santa, en 2015. Su autor es Pablo Herrero Hernández, quien define así la cuestión:
«...unas glosas humildes y heterogéneas a alguno de sus escritos. No soy teólogo, ni historiador, ni filólogo, aunque algo he aprendido de estas tres disciplinas. Soy traductor, y como tal, lector y escritor, y de traductor será precisamente mi labor al transcribir los párrafos de la Santa y al dar de ellos mi modestísima lectura.[size= 12px]»
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[size= 12px]El proyecto recién comienza, por lo que aun hay pocos comentarios, pero en lo que hay se nota ya lo bien encaminados que están, y lo fructífero que puede ese camino.
[size= 12px]Deseo sinceramente que el autor tenga perserverancia en su tarea. No dejen de visitarlo.
[size= 12px]Abel
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«A la Biblia le podemos hacer decir cualquier cosa y lo contrario» (P. Jordi) El criterio de su verdad es la caridad.
Probablemente Pablo Hernàndez sin ser lo que dice ser sea de todo eso casi un todo a la vez... estuve en glosas teresianas y me gusta mucho lo que hace, ¡Felicitaciones!
Muchas gracias, Ewan, por su aprecio y apoyo. Ojalá le sirva a alguien como a mí me está sirviendo recorrer con detenimiento los escritos teresianos. Un saludo muy cordial y agradecido.
Siempre me maravillo de saber que hay gente ocupándose de cosas tan dificiles y necesarias, que la única manera de enfrentarlas es con un apostolado
Gracias a ti Rennichi.
Internet es un increíble dechado de generosidad, hay muchísima gente generosa y anónima. Si nos dedicáramos a admirar y construir a partir de eso, en vez de comernos la humanidad a dentelladas, qué hermoso mundo tendríamos!
El mundo está lleno de generosidad anónima. Recién hablaba con una persona que está cumpliendo servicio comunitario en la parroquia, como alternativa a una condena de cárcel... es una mujer, casi iletrada, con muchos hijos y muchos nietos, y el juez le mandó seis meses de trabajo social, por un delito que en relidad cometió una de las hijas de ella, pero ella, vicariamente, se declaró culpable. Naturalmente, ella no alardea de eso, pero se deduce de lo que a medias palabras, relata. ¡Qué profundamente entró la gracia, la vicariedad de Cristo, en este desgraciado mundo que nos rodea!
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«A la Biblia le podemos hacer decir cualquier cosa y lo contrario» (P. Jordi) El criterio de su verdad es la caridad.