¿Quién no recuerda la parábola de los talentos, o, las minas, donde un pobre empleado, siervo, lo que quieran, es despedido, no por haber malbaratado los bienes encomendados, no, por haber metido el talento, la mina, en un banco que fue a la quiebra, si no, por no haber hecho nada, por haberlo metido bajo tierra, en el pañuelo, precisamente para no perderlo, para poder devolvérselo a su patrón cuando este regresará
Sin embargo, al patrón, no le gusto, “la vagancia”; él quería que el talento, la mina, fuese puesta a producir, y, seguro que habría entendido la quiebra de haberla, porque de ello, el criado, el empleado no podía ser responsable
Pues bien, a nosotros se nos dijo, y, aconsejo muchas veces, por quienes tenían que aconsejar lo contrario, que imitásemos, al criado, se nos decía que no podíamos poner en peligro la Fe, por tanto, no podíamos hablar con no creyentes, no católicos, no cristianos, ignoro como se iban evangelizar entonces, ah claro, olvidaba que los laicos no estábamos para eso, no podíamos, o, no debíamos, o, nos hacía falta para nada, estudiar teología, salvo que fuera a ser nuestro oficio, o, ser maestros de religión, ni asistir a cursillos de teología, La Biblia, si, no, se nos prohibía leer, y, es más se nos decía que estaba bien leerla, pero tampoco era necesario, además era muy difícil, se nos daban unas normas para la lectura, que bueno, te cansabas, y, lo dejaba, o, si seguías casi era peor, de formar parte de grupos de Biblia, o cosas similares, prudencia, mira que puedes perder la Fe, ni que la fe, fuera un zapato
Y, aún hoy, hay personas que cuando les hablan de entrar en un grupo de Biblia, de Ecumenismo, o, de apuntarse a la escuela de teología, hacen dos preguntas, unos preguntan, ¿Y, eso para que sirve?
Pero hay otros que aún hacen otra peor
¿No, perderé la Fe?
Son los mismos, que se escandalizan cuando lees a determinados autores cristianos, y, no, porque los rechacen por pura iniciativa, si no, porque les han dicho
Personas buenas, que se quedan con una formación de primera comunión, que no ha crecido con ellos, que no vale para dialogar con el mundo, donde Cristo, es algo del pasado, “una momia”; casi un ídolo, Un Ser, que esta por encima de nosotros, al que se le reza, para pedir cosas, creo que los romanos también rezaban a Jupiter
Que tenemos que arriesgar la Fe, tenemos que formarnos, que buscar a Cristo en su Palabra, en las gentes, conocerlo tratarlo, ya nos dijeron que no estaba en la tumba, tenemos que llevar la Fe al último hombre, no la podemos encerrar como un talento inútil, y, si en ese bregar la perdemos, seguro que Dios nos la devuelve enriquecida, y, fortalecida, que ni hará falta, porque ya se cuidará Él de que no suceda
Un abrazo
Maite
"Dios nos destino desde la creación del mundo, a ser sus hijos"
Qué hermosamente lo has expresado, Maite.
Mi Padre, me lo dijo con otra imagen paralela. Cuando recibimos a Dios en nuestro corazón, no debemos encerrarlo en él, guardándolo como un tesoro, porque cuando volvamos a abrirlo, quizás lo encontremos vacío. Todo cuanto recibimos es para darlo, Dios, la fe, el amor, la paz, el gozo, porque estos tesoros divinos no son para guardarlos, son para darlos, dar a conocer y amar a Dios a través de sus tesoros, sus dones, su gracia, "siempre dando gracias a Dios por todo". Todo es nuestro, nosotros somos de Cristo y Cristo es de Dios.
Y solo es nuestro todo, mucho, poco o lo que sea, cuando lo damos, como nos ha sido dado, sin reservas, sin egoismos, dispuestos siempre al perdón, porque somos perdonados, dispuestos siempre a amar, porque somos amados.
¿A quién iremos, Señor? Solo tú tienes palabras de vida eterna
Es uno de los peligros de haber confundido la Verdad divina con "las verdades de la fe", o sea las fórmulas que usamos para expresar esa Verdad.
Yo pienso que se debe sentir uno psicológicamente muy seguro cuando cree que lo que entra en su cabecita es la Verdad absoluta, es como ser spiderman sin arriesgarse al picotazo de la araña: uno es un superhéroe que puede decirle la verdad a todos, en cualquier momento, porque la lleva consigo.
Es cierto que eso fue alentado por muchos pastores, que enseñaban a la gente a no arriesgar, a temer la pérdida de la fe, a cuidarse del "contagio" del mundo; pero además a mucha gente le gusta esa falsa seguridad psicológica; porque entonces uno no necesita moverse, es más: puede ser coherente consigo mismo toda su vida, porque quien posee la verdad no necesita cambiar de criterios cada tanto adecuándose a cosas nuevas que ve ahora y que antes no veía.
Entonces pasan por ser gente muy firme en sus convicciones, cuando lo que en realidad ocurre es que es gente muy miedosa e indolente.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Maricruz, siempre es una alegría leerte, que razón tenéis, tanto tú, como tu maestro espiritual; cuanto Dios nos da, es para compartirlo, porque como bien dice Pablo, todo es nuestro, nosotros de Cristo, y, Cristo de Dios
Y, si Abel, tienes razón todo esto es causa, de confundir, nuestro modo de decir, lo poquito que sabemos de La Verdad, con La Verdad, con nuestro modo de expresarlo, olvidando que todos somos hijos del tiempo, y, del lugar, por supuesto, que no se trata de aplaudir al que diga que la Trinidad son 5 personas, pero sí, de no quemarlo, de escucharlo, sí de verdad, creemos en La Trinidad, no perderemos la Fe, y, empezaremos a creer que son 5, en lugar de 3; es más la afianzaremos, y, a lo mejor el que pensaba en 5, se convence, o, no porque no era su hora
Sí fueron muchos clérigos, monjas, quienes alentaron una falta de formación, o, formación sesgada en los fieles, y, un no contacto con el mundo, so pretexto de no perder la fe, no sé, si la perderían o, no, lo que sí, se que una fe, que no se pone en practica, como el agua, se acaba pudriendo, aún sigue habiendo algunos de esta especie, pero también hay laicos, que están muy contentos, con su devocionario, su novena, y, de ahí, no me saque usted, que mire, si pierdo la fe, o, los zapatos….
Es que los hay, que huyen hasta del conocimiento de La Escritura, olvidando que desconocer La Escritura es desconocer a Cristo, lo dijo San Jerónimo, y, te avisan tengas cuidado, eso, si, ellos, o, ellas se compran los libros de la señora Valvorta, y, se los creen como dogmas de Fe, si lo hicieran como literatura, pues bravo, esos si, son peligrosos, otros dan autoridad sagrada a las supuestas visiones de Santa Catalina Emerich, que me perdone, si puse mal su apellido, pero la buena señora, de cuya santidad no dudo, pues la proclamo la Iglesia, hablo, de lo que ella, creyó ver, o vio, o, soñó, de acuerdo con las imágenes que veía en los templos
Por poner un ejemplo, hoy sabemos que Jesús llevo atados a los hombros el palo horizontal de la Cruz, lo que además concuerda con las caídas del vía crucis, sin embargo en la iconografía, se presenta con la cruz apoyada en el hombro derecho, la cruz entera, y, asi lo vio, Santa Catalina, y, Santa Teresa, porque era lo que ellas tenían en mente, y, porque la visión, no es un viaje al pasado, si no que tiene una enseñanza
La fe, hay que pedirla a Dios, fortalecerla, con la oración, y, la formación, y, llevarla al mundo, porque lo mando Jesús, que es Dios, y, Dios manda más que los hombres, aunque sean curas, o, frades; hay que ser adultos en todo, también en la Fe, y, esto llevará a veces a decir, yo no sigo con este autor, porque veo no me hace bien, o, sigo, porque me esta ayudando, pero Fe en cajón, no produce nada, y, la come la polilla del espíritu
De hecho, esas personas que no arriesgaban, suelen ser, los primeros en caer en redes como los Testigos de Jehová, a poco que se descuiden, porque no tienen por donde salir
Un abrazo
Maite
““Dios nos destino desde la creación del mundo a ser sus hijos”