Buenos días: la primera lectura de la Misa de hoy contiene para mí unos versículos complicados de entender, enfocar...
"Lo que es yo, ausente en el cuerpo, pero presente en espíritu, ya he tomado una decisión como si estuviera presente: reunidos vosotros en nombre de nuestro Señor Jesús, y yo presente en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús entregar al que ha hecho eso en manos del diablo; humanamente quedará destrozado, pero así la persona se salvará en el día del Señor."
Me refiero, sobre todo, la parte final: "entregar al que ha hecho eso en manos del Diablo; humanamente quedará destrozado, pero así la persona se salvará en el día del Señor".
¿Como se podría afrontar este texto? El contexto parece obvio y por eso lo he omitido, pero estos versículos que he citado me tienen desconcertado...
Gracias por adelantado.
Sí, es un texto realmente complicado, de esos que cuando lo agarran sensibilidades fundamentalistas, hacen destrozos...
Resulta complicado no tanto por lo que dice, cuanto por la representación religiosa desde donde habla, y que ya no es la nuestra. No debe omitirse que, aunque la traducción trata de captar la fuerza de la expresión original, no es completamente literal.
Las comunidades cristianas iniciales eran verdaderamente una nueva familia para el creyente: no se convertía uno a la fe, sino a una comunidad de fe. Esa comunidad de fe pasaba a "regular" prácticamente todos los aspectos de la vida del converso. Todavía hoy puede verse eso en comunidades cristianas pequeñas, donde el cristianismo no es mayoritario ni es un hecho que determine la totalidad de la cultura. Es el tipo de comunidad cristiana que vemos reflejado en "El festín de Babette", "Ordet", "Chocolat" y muchas más, con el peligro de convertirse en una secta, donde la comunidad absorbe por completo la autonomía y el albedrío del individuo.
En general nosotros rechazamos hasta tal punto eso, que todo lo que nos suene a una comunidad que puede convertirse en secta, lo rechazamos de plano.
Primer punto en el que este texto nos pone en guardia... pero así eran estas comunidades teñidas del doble carácter de comunidades "mistéricas" -que se sentían poseedoras de un "misterio" al que sólo se llegaba por contacto con el grupo-, y "escatológicas" -que se sentían la "reserva" de un nuevo y purificado mundo, que además estaba "al llegar"-.
Todo eso no es "doctrina cristiana", en el sentido en que deban formar parte obligatoriamente de nuestra concepción de la comunidad, son parte de la percepción, los sentimientos, el "suelo" sobre el que se construyeron muchas de las comunidades cristianas iniciales. Leamos Mt 18,14-17, que es la "ley de la comunidad" tal como la experimentaban en esas décadas iniciales... ¡y nada menos que en boca de Jesús!:
Si tu hermano llega a pecar, vete y repréndele, a solas tú con él. Si te escucha, habrás ganado a tu hermano."Si no te escucha, toma todavía contigo uno o dos, para que 'todo asunto quede zanjado por la palabra de dos o tres testigos.'
Si les desoye a ellos, díselo a la comunidad. Y si hasta a la comunidad desoye, sea para ti como el gentil y el publicano.
Yo os aseguro: todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo.
El segundo aspecto a tener en cuenta es que la gravedad del incesto es distinta para nuestra sensibilidad que para la sensibilidad de la época. El Levítico ordenaba castigar con la muerte la unión de un hijo con la mujer de su padre, que aunque biológicamente no es incesto, lo era para la ley (incluso lo era para la ley romana). Las leyes del incesto y su gravedad para la mentalidad antigua son extremadamente difíciles de entender para nosotros, que pensamos el mundo desde el individuo, y a la comunidad por agregación de individuos. A lo sumo creemos que las prohibiciones antiguas del incesto tienen que ver con alguna problemática biológica vinculada a las taras de los vástagos; pero no tienen nada que ver con eso, ni se apoyan empíricamente en esa cuestión: las leyes del incesto son los primeros estructurantes de la identidad, el patrimonio y la ampliación de la comunidad en grupos pequeños (todo esto es muy amplio, te recomiendo como lectura breve, de Leví Strauss, el artículo "El tabú del incesto", en "Antropología estructural", y como lectura larga -pero apasionante- del mismo autor "Las estructuras elementales del parentesco", no sé de otro que haya abordado la cuestión del incesto con tanta profundidad). El hombre antiguo sentía el incesto como una herida no a los futuros e hipotéticos vástagos sino a la pureza y viabilidad de la propia comunidad, por eso la conclusión que saca Levítico luego de enunciar todas las "uniones abominables" es
"no cometáis ninguna de estas abominaciones, ni los de vuestro pueblo ni los forasteros que residen entre vosotros. Porque todas estas abominaciones han cometido los hombres que habitaron el país antes que vosotros, y por eso el país se ha llenado de impurezas. Y no os vomitará la tierra por vuestras impurezas, del mismo modo que vomitó a las naciones anteriores a vosotros." (Lv 18,26-28)
Ni siquiera necesitan el castigo divino, ¡la propia tierra vomita a quienes manchan así a la comunidad!
Sin duda que estamos extremadamente lejos de sentir el más mínimo contacto con lo que podía sentir san Pablo frente a ese escándalo en una de sus comunidades preferidas.
La comunidad de los corintios era -según puede más o menos deducirse de las cartas- una comunidad ruidosa, escandalosa, donde se creían un poco más allá de las leyes humanas. Posiblemente los dos principios paulinos, "somos una criatura nueva, lo viejo ha pasado" y "Ya está a la puerta el Señor", se habían juntado y habían generado una interpretación radical y ánoma de la fe: una fe que tendía a sentirse sin ley (ojo, el propio Pablo alienta esa sensibilidad... como para luego quejarse!). Sería muy prolijo buscarte ahora una fundamentación versículo a versículo de lo que estoy diciendo, pero creo que vale la pena dar una lectura de corrido a las dos cartas para tener una impresión de conjunto.
Apocalipsis retrata (con horror, naturalmente) una comunidad cristiana (representada simbólicamente en la Iglesia de Tiatira) que practicaba una especie de libertinaje, ritual o no, con una "profetisa" que "enseñaba a fornicar y a comer carne inmolada a los ídolos" (no es fácil saber si la expresión se refiere a libertinaje sexual o es una metáfora de la idolatría, posiblemente ambas cosas estén incluidas). No digo que este sea el mismo caso de los corintios, pero no hay duda de que a los nuevos creyentes se unían también unos cuantos pirados, y podían dejar su marca en las comunidades.
El siguiente aspecto que hace a la comprensión del texto que nos ocupa es que las comunidades cristianas eran muy "identitarias": la verdad estaba "en" ellas, no difusamente repartida, y por tanto cuando sentían la fe como cumplimiento del "Emmanú-El", del "Dios con nosotros", se referían realmente a ellos solos, no al resto del mundo. Una expresión como "todos somos hijos de Dios", que usamos nosotros con normalidad, y que sentimos religiosamente como cierta y aplicable a todos los hombres, creyentes y no creyentes, hubiera sido incomprensible en los primeros siglos (¿sólo en los primeros siglos...?). Esa expresión es el resultado de una profundización de la fe cristiana que hemos ido haciendo nosotros, que no viene dada desde el principio más que en germen.
Por tanto excluir de la comunidad es realmente entregar el miembro al demonio, que es el príncipe de este mundo; entregarlo a toda clase de peligros en cuanto a enfermedades y males, no por encima de los demás seres humanos, sino a la clase de peligro en la que están envueltos los seres humanos corrientes, y de los que la fe, por ser "Dios con nosotros" ofrecía protección.
...es todo un mundo de representaciones de la realidad con el que ya prácticamente no tenemos nada en común!!!!
La traducción de A. Shökel (la litúrgica anterior, que está en el Testigo Fiel, y aun se lee en la mayoría de los templos) capta muy bien la fuerza de la expresión original: "humanamente quedará destrozado, pero así la persona se salvará en el día del Señor." Pero en este caso quizás convendría atenerse a la letra, que al menos no carga tanto la tinta en la entrega a Satanás. La nueva traducción litúrgica (apunten que por una vez estoy de acuerdo con esta traducción, sin que sirva de precedente... ) dice "entregar al que ha hecho eso en manos de Satanás; para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu se salve en el día del Señor."
¿Qué podemos rescatar nosotros de una lectura así?
Creo que visto todo el contexto (y pido disculpas por el exceso de palabras...) es más bien la dirección a la que el texto apunta la que debemos rescatar y poner a la vista como intención del texto (y por tanto como palabra de Dios). En un contexto de pensamiento casi sectario, en el que la comunidad se siente prácticamente propietaria de sus miembros, propietaria también de la voluntad salvífica de Dios, Pablo les anuncia que aquellos que están afuera, que pertenecen a Satanás, que están en apariencia irremediablemente perdidos, ¡pueden ser rescatados en el Día del Señor!
San Pablo no encierra la voluntad salvífica de Dios en los límites de la comunidad. Es verdad que quizás la comunidad no puede tolerar dentro suyo algunos miembros especialmente escandalosos. No puede tolerarlos porque la misión de la comunidad no es sólo distribuir salvación a los suyos, sino ser comunidad testimonial, levadura en la masa (para usar una metáfora no sólo de Jesús, sino que Pablo evoca aquí mismo). Por tanto la comunidad tiene siempre un valor agregado de ejemplaridad.
Sin embargo, hay salvación posible por fuera de la comunidad, no es la comunidad la propietaria de la salvación, sino Dios: nosotros debemos cumplir lo que Dios nos pide, pero eso no limita el poder salvífico de Dios, que se extiende a todos, mucho más allá de lo que nuestros criterios -que aunque religiosos siguen siendo humanos- pueden entender e incluso aceptar.
Esto no es una idea peregrina, ni algo que viene colateralmente o que saco un poco retorcidamente para "salvar" el texto: san Pablo expresó otras veces esta convicción de que la salvación de Dios se podía hacer presente en el mundo de maneras que no obedecen a nuestros parámetros, incluso a los parámetros que leemos en la propia palabra bíblica. Por ejemplo en esta misma carta, en el cap. 7, cuando trata el caso del creyente casado con no creyente, llega a dictaminar que si no hay un problema mayor, en el sentido en que la otra parte le haga la vida imposible, no se separen "pues el marido no creyente queda santificado por su mujer, y la mujer no creyente queda santificada por el marido creyente. De otro modo, vuestros hijos serían impuros, mas ahora son santos.", doctrina que es de una riqueza aun hoy inexplorada.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Verdaderamente, Abel "...es todo un mundo de representaciones de la realidad con el que ya prácticamente no tenemos nada en común!!!!"
Jamás me podría imaginar semejante contexto a dicho texto...algunos aspectos sí que soy consciente de habértelos oído (por ejemplo lo que comentas de Apocalipsis, el cap. 7 de la misma carta...);pero es que sin ese contexto (ya de por sí complejo y difícil para nuestra concepción, nuestras ideas...) me resultaba imposible entender esa voluntad salvífica de Dios que, como no podía ser de otro modo, sobrepasa nuestras expectativas, criterios...
Muchas gracias por tu explicación (para nada me ha resultado excesiva sino muy ilustrativa para entender los versículos que planteaba en mi mensaje),por tu tiempo...
Saludos cordiales.
Muchas gracias a los dos a Isidro por traer el tema, y, a Abel por explicarlo
Hace unos 4 años, puede que alguno mes; asistí a una iglesia a la que no había ido nunca, porque está lejos de mi zona, pero se celebraba en ella, el día de oración por la Unidad, como llegue antes de tiempo, asistí a la Misa, que se celebró antes, y, en la misma el oficiante dijo a sus feligreses. “que esperaba que como preparación a la celebración ecuménica, se hubiesen leído las cartas de Pablo, que en una semana se leían enseguida”
Yo, alucinaba, si se leen, pero cómo, en una semana, ni en toda la vida, Pablo es complicado, porque es un hombre que escribe con “el estómago y el corazón”; además no todas las cartas son suyas, muchas son de sus discípulos, que escriben cuando ya Pablo no está, en una semana, si se pueden leer, y, salvo milagro, te quedas como estas
Por ejemplo en este texto que ha traído hoy Isidro, nos aparece con la expresión de, “entregar a satanas”, tal vez se refiriese a excomulgarlo, no lo sabemos, bueno yo no lo sé
Pero recuerdo, no sé si lo leí en revista, o prensa en papel, internet, o en otro sitio, el testimonio de un converso, ya religioso o sacerdote, tampoco recuerdo más; que contaba su azarosa vida, de drogas, robos, y, como sus padres no pudiendo hacer ya nada con él, consultaron con un sacerdote, y este les dijo; “entregadlo a satanas”; y seguía diciendo, “y me entregaron”
La entrega fue, dejarlo a su aire, dejar que se hundiese de todo, para después levantarlo, me recordó lo que decía una tía ya fallecida, “mais abaixo non vai”; “más abajo no cae”, y que valía tanto para cuestiones morales, sociales, o, para dejar de hacer lo que se estaba haciendo, para impedir que cayese algo al suelo
¿Se referiría Pablo, a lo mejor, a dejarlo, a hacerle el vacío?; no hay que olvidar que Pablo es judío, y es en el Evangelio judío, el de Mateo, donde se dice; “Si a la Iglesia desoye, considéralo, como un gentil, o un publicano”
Y, ya sabemos lo que son un gentil, y, un publicano para un judío de entonces, menos que un perrito
Abel te doy las gracias por abordar el tema del incesto, en la Biblia en el Antiguo Testamento encontramos tanto la condena de los mismos, como matrimonios entre hermanos, y, como bien dices no lo prohibían por que pensaran los hijos van a venir mal; en primer lugar, porque son personas de una época en que no se conocían ni los genes ni los cromosomas, si un niño nacía mal, era por dos razones, que estaban clarísimas
“sus padres, o los padres de sus padres, así hasta la cuarta generación habían pecado”
“O el niño iba pecar, pero como Dios ya sabía, porque lo sabe todo que iba pecar, pues lo castigaba, ya en el seno materno”
Por eso los discípulos no dicen; al ver al ciego de nacimiento.” Rabí, ¿serían parientes sus padres?, si no que dicen, ¿quién peco, él o sus padres para que naciera ciego?
Del mismo modo, la condena del pecado de pensamiento relativo al adulterio, “el desear la mujer de tu prójimo”, iba en un contexto de codicia, de hecho en la Biblia, hay dos versiones, en una va por separado, pero en la otra, creo que en la del Éxodo, va unida, a no desearas su casa, sus esclavos etc.
Porque se veía a la mujer como propiedad, por lo tanto en el caso del sinvergüenza del que habla Pablo, que da para escribir un culebrón, no esta sólo el pecado sexual, que cometan es que le está robando, a su padre el derecho que tiene sobre su esposa
Y, esto si Pablo está hablando de personas de carne y hueso, porque también puede estar usando un lenguaje simbólico
Un abrazo
Maite
“Que hombre conocerá el designio de Dios; como sabrá lo que Dios quiere”·
Muy bueno, Maite, me has hecho reír con el ejemplo, pero es que es justo: no pensaban que los padres eran parientes sino que eran pecadores... en cuanto a la cuestión de "entregarlo a Satanás" tiene que ser algo así, muy concreto, de "dejarlo en el vacío". A veces realmente es el camino para que la persona choque contra el suelo y recobre algún atisbo de perdsonalidad que le permita resurgir, pero claro, es difícil hacerlo, decidirse a ello con alguien, o incluso saber -intuir- si eso le hará realmente bien o no.
El remedio a eso es el auténtico amor en la comunidad, si una comunidad (unos padres a su hijo, una iglesia a un miembro) excluye de su comunión a alguno porque lo ama y realmente ve que necesita esa "terapia de choque", posiblemente funcione.
Pero nuestras excomuniones (tanto la formal del derecho canónico como a informal que se aplican en estructuras sin amor como las comunidades cristianas solo barriales) no se suelen hacer por extremo amor del reo, sino para sacárselo de encima, porque uno que cuestiona tal o cual aspecto de la doctrina se vuelve un peligro y un pesao... "al diablo con él".
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Estoy de acuerdo
La “Excomunión de Pablo”; era en sentido salvatorio, “para que el espíritu se salve, el día del Señor”; las nuestras van un poco, en el sentido de fuera, que me mancha, que no contaminen, en ese sentido se quemaba a los herejes, cosas que hicimos santamente todos los cristianos, no sólo los cristiano católicos, todos
No se echaba fuera, para que el otro rectificase y viese la luz, no como el padre que quita su asignación al hijo ya adulto, para que busque trabajo y trabaje, y, que incluso le ayuda aunque sea sin que éste lo sepa, sí no en el sentido del patrón que despide al empleado, y, que lo zurzan
Eso sí, la Iglesia mantiene que las excomuniones, buscan el bien del excomulgado, de hecho todas se levantan en la muerte, si es que para Dios un hijo suyo, esta alguna vez totalmente separado del; que no tiene nada que ver, con no comulgar
Un abrazo
Maite
“¿Hasta cuándo Señor clamaré justicia sin que me escuches?”