El Cielo no está arriba, arriba está el firmamento, que no es el Cielo, El Cielo es Dios, es su morada, como decía, “un angelito mongólico”, “El Cielo es Dios por dentro”
En la época en que se escriben los evangelios, y, en siglos posteriores, se creía que la tierra era plana, y, encima estaba el Cielo, los 7 Cielos, que describe la Divina comedia, y, coronándolo, el Empíreo, la morada del Eterno, era una forma de mostrar la transcendencia de Dios
Al ser la tierra redonda, lo que para nosotros es la parte superior es la inferior para nuestros antípodas, es redonda y gira
Decir que Jesús ascendió, al Cielo que subió, no significa que subiera a un lugar físico después de la galaxia, si no que ha llevado su Humanidad resucitada, y, con Él a los rescatados con su muerte, a Dios, los ha introducido, en la Morada Eterna en Dios mismo, La Humanidad de Jesús, es parte ya de la Trinidad, de la Segunda Persona, y, por él, y, en él “veremos a Dios”
En el programa Shalon de tv de las Comunidades judías, que para mí son una ayuda, para el estudio de la Biblia, no me refiero sólo al AT, si no a los Dos Testamentos
En el programa del día 3 de abril, la persona que mostraba el Museo de la memoria en Tel a Aviv, hablaba de que siempre que un judío (evidentemente hablaba de un judío como creyente); habla de ir a Jerusalén, dice, “subir a Jerusalén, subió a Jerusalén”, por qué, Jerusalén está en un alto, pero hay sitios más altos, y, se dice siempre, la razón es que se habla una subida espiritual, el ascenso al Señor, es ir a Dios
Recordé que en los Evangelios, se usa esa expresión, y, referida a Jesús, por lo tanto, llevándola a la Ascensión
Jesús entra en La Jerusalén celeste, y, por ello Quien pendió de una Cruz, es ascendido, enaltecido
Jesús esta con el Padre, claro que el Padre está en todas partes, y, en nosotros, pues ya está todo dicho
Un abrazo
Maite
“Encontraron al Niño, con María su Madre”
Con independencia de la geometría terráquea, el cielo no es un lugar físico.
Sin embargo, los cuerpos de Jesús y de María sí son físicos y subieron (al irse de este mundo). Ande andarán?
Subir, subieron. Y subieron hacia arriba, digo.
También Jesús está sacramentalmente sensible en la Eucaristía: la segunda persona divina. Pero Jesús tiene un cuerpo físico. Él está en los pobres, en los enfermos, en los marginados, en las periferias,... pero sigue teniendo un cuerpo físico.
Está muy bien mantener las metáforas del "ascenso", e incluso de que esos cuerpos "ocupan" un lugar... son metáforas naturales, como espontáneamente elevamos los ojos al cielo al hablar de Dios, o más simple y secular: seguimos diciendo que el sole "sale" y "se pone".
Es cierto, Fran, que Jesucristo "sigue teniendo un cuerpo físico", pero eso no implica que "subieron hacia arriba". El estado físico de Jesús (y de la Virgen) trasciende las categorías de nuestra percepción de la materia, atada a categorías muy pobremente descriptivas.
Sin irnos a un plano teológico, fíjate que para describir la realidad física de los electrones en el modelo atómico cuántico se habla de "nubes de probabilidad" y no de "posición"... incluso sólo en el descenso al nivel subatómico nuestras categorías físicas normales se muestran completamente insuficientes, cuánto más para describir la realidad trascendente de la corporeidad asumida en el mundo totalmente-otro de la divinidad de Dios.
Por supuesto, reconocer las limitaciones descriptivas de nuestro lenguaje no implica que no podamos usarlo poéticamente.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Es cierto, Fran, que Jesucristo "sigue teniendo un cuerpo físico", pero eso no implica que "subieron hacia arriba"
Subieron entonces hacia donde? Qué vieron los testigos?
Entraron, entro en Dios con su humanidad glorificada, El Cuerpo de Jesús es glorioso no físico, como el nuestro, glorioso no quiere decir, que no sea real, como entienden algunos, si no que es de otro modo, que participa de la Transcendencia divina
los Apostoles, están contando una experiencia, y, hay cosas que es dificil explicar
Dios esta en todo lugar, sin embargo, decimos que Dios esta arriba, porque en nuestro modo de hablar, significa estar por encima, la superioridad, la transcendencia, es que somos humanos, y, no tenemos otro lenguaje
Jesús sabemos esta en el Sagrario, esta de verdad, esta donde 2 ó 3 se reunen en su Nombre, esta en cada uno, esta en la Iglesia
asi que la Ascensión nos indica la glorificación del Hombre Jesús, ahora en la Trinidad en la 2ª Persona, hay un ser humano, una personalidad humana, el ser humano ha llegado a donde no ha llegado ni llegara nunca ningún Ángel, ha sentarse en el Trono de Dios, también modo de hablar
Espero no haberte líado Fran
Un abrazo
Maite
"Avisados en sueños de no volver a Herodes, tornaron a su tierra por otro camino"
Fran, normalmente distinguimos (al menos en la actualidad), el sentido de los relatos, de su forma literaria: los relatos de ascensión son en realidad dos, y está concentrados en la obra de san Lucas. Ninguno de los otros evangelios narra la ascensión:
Marcos (en este punto no es el más antiguo, porque el cap 16 es posiblemente de la misma época de san Lucas, si no un poco posterior), sólo indica que Jesús "fue ascendido al cielo después de dar instrucciones a los discípulos, pero no narra esa ascensión: «Con esto, el Señor Jesús, después de hablarles, fue elevado al cielo y se sentó a la diestra de Dios.» (16,19). Obviamente, si entendemos como metafórica la media frase "y se sentó a la derecha de Dios", con igual derecho y los mismos principios interpretativos entendemos como metafórica la otra media frase "fue elevado al cielo".
Mateo no sólo no habla de ninguna ascensión, sino que Jesús está aun aquí, su cuerpo resucitado está entre nosotros: «Jesús se acercó a ellos y les habló así: "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo."» (28,18-20). No hay aquí sitio para una ascensión, puesto que eso que Marcos pone como término de la ascensión, que es recibir el poder divino sentándose a la diestra de Dios, para Mateo Jesús ya lo recibió en la propia resurrección.
Juan, el irse de Jesús es su elevación en la cruz, que abre el camino a la venida del Espíritu, que lo trae el Resucitado... en Juan no hay la más mínima alusión al "estado" de Jesús en el tiempo de la Iglesia, simplemente "está allí", es la vid en la que nosotros, los sarmientos, encajamos. En ninguno de los dos finales, ni en el primero, del cap 20, ni en el de su última promulgación, ya en los años 90 (cap 21), la comunidad joánica se preocupó lo más mínimo en darnos algo de material imaginativo sobre la corporeidad resucitada del Señor.
Es verdad que en el desarrollo teológico posterior del mundo joánico, Jesús aparece abogando por nosotros ante el Padre (1Juan 2,1), pero no se indica que eso ocurra "en" el cielo: Jesús está en la comunidad d elos creyentes, en el amor de esa comunidad.
Carta a los Efesios 4,8 hace una alusión a la "subida" que nosotros leemos en la liturgia de ascensión, y por eso parece que está hablando de un ascenso físico, pero no sólo no hay ninguna descripción del ascenso, sino que ese ascenso, muy acorde con la teología "cósmica" de Efesios, es más bien un expandirse del Resucitado en las regiones que le estaban vedadas al hombre. Mira qué bellamente lo dice: «Este que bajó es el mismo que subió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo.»... como ves, no es un subir en vertical, sino un subir expansivo, como un hongo atómico, que lleva vida en vez de muerte.
El único que narra la asensión de Jesús es san Lucas, que lo hace dos veces: Lucas 24,50-53 y Hechos 1,1-13. Es importante tener presente que las dos narraciones no cuentan lo mismo, y no se trata de ninguna adición literaria posterior, ya que el propio Lucas, en Hechos, hace alusión a la asensión narrada en el evangelio (Hech 1,2). Esto significa que para Lucas las narraciones no son aquello a lo que nos tenemos que atar, él mismo es muy libre respecto de sus narraciones.
En la concepción lucana de la asensión de Jesús (es decir, esto es común a los dos relatos), aparecen dos polos: el cielo, que es de Dios, y Jerusalén, que es ahora para la Iglesia, y esos dos polos quedan unidos por Jesús. Por medio de la ascensión Lucas ilustra el tema del Antiguo Testamento de "Jerusalén, vértice del cielo", poetizado en el salmo 48, pero presente en muchísimos salmos y oraculos proféticos. La ascensión, más que de una especie de viaje interespacial debería dar la idea de que se estirara el templo de la tierra al cielo. Como efectivamente les reconvienen los misteriosos hombres vestidos de blanco «Galileos, qué hacéis ahí mirando al cielo» (1,11): no se trata de un subir "espacial", sino de un no ser visible para volver.
Aunque la metáfora de la ascensión sea legítima, por supuesto, de ninguna manera se puede tomar como algo testimonial literal, de tipo "ellos vieron eso", porque si se tratara de una visión física, los demás escritos, tan apostólicos como Lucas, nos estarían metiendo el perro, y el propio Lucas sería bastante chapucero si de algo literal hiciera dos relatos divergentes.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Gracias, Abel.