La asociación política de los ‘menas‘ (menores no acompañados) con la delincuencia juvenil no es algo exclusivo de España. También ocurre en otros países, como Francia, donde el salesiano y coordinador de la red ‘Don Bosco acción social’, Jean-Marie Petitclerc, ha lamentado estas acusaciones.
En un texto recogido por ANS, el religioso recuerda que estos jóvenes “para realizar su proyecto de vida, han asumido riesgos significativos”. “Me conmueven personalmente las historias que nos cuentan, a menudo con gran modestia, sobre sus compañeros fallecidos, su travesía por el desierto y el Mediterráneo. Y me sorprenden los esfuerzos que hacen para integrarse con éxito en la sociedad francesa”, asegura.
Así, afirma que con trabajos como los de la red Don Bosco, que van desde el cuidado de la salud física y mental hasta la formación y la búsqueda de vivienda, se logran “impresionantes resultados en términos de integración”.
“Un 88% ha firmado un contrato de trabajo”
“Entre aquellos que han pasado y salido de los centros salesianos, el 88% ha firmado un contrato de trabajo”, apunta el religioso. “Los esfuerzos realizados para obtener una calificación profesional son admirables y en gran medida exitosos. Además, el 80% de estos jóvenes también ha encontrado una solución de vivienda permanente”, añade.
Además, señala que, para aquellos que quedan fuera de estos resultados, dentro de la red salesiana se ha establecido el programa ARIA (Acompañamiento Relacional para la Inserción de Jóvenes Adultos), apoyado por donaciones corporativas, que les permite continuar recibiendo apoyo una vez que han sido acogidos por la agencia de Protección Infantil.
“Podemos ver cómo, cuando estos menores reciben apoyo educativo, se convierten en un recurso para nuestra sociedad que envejece”, asevera. “En 2023, lamentamos menos de diez exclusiones de los programas debido a incidentes delictivos (es decir, menos del 1% de los jóvenes bajo nuestra tutela). ¡Es, por lo tanto, inaceptable insinuar que estos menores no acompañados ponen en peligro la sociedad con su delincuencia!”.
Algunos partidos políticos, con tal de diferenciarse y ampliar su nicho de votantes, acuden a cualquier cosa, sobre todo a bulos y calumnias, y olvidan que esos a los que acusan no son números, tampoco siglas, sino personas. Por cada uno de ellos murió Cristo, y vuelve a hacerlo en la boca de estos políticos, muchos de ellos profesándose cristianos.