Oh Madre poderosísima de Dios
y Madre amorosísima nuestra:
con todo el afecto
y fervor de nuestras almas
te rogamos que nos concedas,
no sólo a nosotros,
sino también
a todos nuestros parientes
y amigos,
y a los habitantes de toda la Isla,
la gracia de cifrar en Ti
nuestra esperanza
y de agradarte con una constante
y fervorosa devoción.
Dígnate conservar y aumentar
el amor que te profesa Puerto Rico,
y que echen cada día
en nuestro suelo
raíces más profundas la moral,
la piedad, la Religión Católica.
Derrama tus luces soberanas
sobre nuestros gobernantes,
para que, con acertadas leyes
y disposiciones saludables,
promuevan nuestro bien
temporal y eterno.
Haz que te seamos fieles
hasta la muerte,
a fin de que,
después de haberte amado,
venerado, invocado a imitado
en la presente vida,
te amemos, veneremos, ensalcemos
e imitemos en la gloria,
por eternidad de eternidades.
- Así sea.
leer sobre esta advocación leer o pedir intenciones de oración
A DEVOCIÓN a la Virgen Madre de la Divina Providencia se remonta a la Italia del siglo XIII, pasando poco después a España, donde se creó un santuario en Tarragona, Cataluña. Se dice que el título de "la Divina Providencia", se debe a San Felipe Benicio, quinto superior de los Siervos de María quien, al no tener sus frailes nada de comer, invocó la protección de la Virgen y poco después que oyera toques a la puerta del convento encontró milagrosamente junto a ella dos canastas repletas de alimentos.
En 1851, el señor Obispo don Gil Esteve y Tomás, natural de Cataluña, introdujo en Puerto Rico la devoción a Nuestra Señora de la Providencia que conociera en sus años de seminarista. El obispo Esteve, que junto al pueblo acababa de reconstruir la nuestra catedral capitalina de San Juan, adquirió la imagen en Barcelona, le levantó un altar de madera, cubierto de oro laminado y estableció su culto el día 2 de enero, fecha que quedó designada como su fiesta anual.
La imagen original de la Virgen María traida por don Gil Esteve era "de ropaje", o sea, hecha para ser vestida. Estuvo expuesta al culto en la catedral de San Juan Bautista durante 67 años. Los primeros lunes de cada mes se celebraba una misa cantada en su honor, y el trisagio a la Virgen todos los domingos. El culto a la Virgen se fue extendiendo por toda la Isla y muchos devotos iban a levantar una plegaria frente a su altar. En 1892 la Diputación Provincial declaró fiesta oficial el día 2 de enero, día que se celebraba dicha festividad.
En el año 1913, el Obispado de Puerto Rico impartió su consentimiento, con motivo de las celebraciones del cuarto centenario de la fundación de la diócesis, para hacer acuñar medallas que leían: "Nuestra Señora de la Providencia, Patrona de Puerto Rico". Siendo Obispo Monseñor Willian A. Jones, la antigua imagen de la Virgen Madre de la Divina Providencia fue sustituida en 1920 por una nueva que reproduce el antiguo óleo venerado por los Siervos de María y otras congregaciones religiosas italianas. La talla ilustra una estampa de la maternidad de María, inclinada sobre su hijo el niñito Jesús que descansa muy confiado en su regazo. Tiene la joven madre las manos en oración, a la vez que sostiene tiernamente la de su hijo divino. Es una bella expresión celestial de total devoción, entrega, serenidad y amor...
Mas el culto a Nuestra Señora de la Providencia decayó eventualmente. Treinta años más tarde Monseñor Mariano Vasallo quiso revivir la brillantez que una vez había tenido el culto. Formó con un grupo de señoras la Asociación de Nuestra Señora de la Providencia. Bajo la dirección del Padre Saturnino Junquera se lanzó una campaña por toda la Isla para revivir el culto a esta advocación. La imagen peregrina recorrió todo Puerto Rico. Las celebraciones culminaron el 19 de noviembre, con la llegada de miles de peregrinos de toda la Isla a la gran fiesta en la Catedral.
En 1969, el entonces Sr. Arzobispo de San Juan y Excmo. Cardenal Luis Aponte Martínez, solicitó del Santo Padre Pablo VI que nombrara a la Virgen de la Divina Providencia, Patrona de Puerto Rico, solicitud que el Santo Padre aceptó al año siguiente. En la Bula 11, XI. 1969, el Santo Padre Pablo VI constituyó y declaró a Nuestra Señora de la Divina Providencia "patrona principal de toda la Nación Puertorriqueña" (Patronam principalem totius Nationis Portoricensis...". El decreto del Papa indicaba que la fecha de celebración debía trasladarse del dos de enero (aniversario de la llegada de la imagen a la Isla), al 19 de noviembre, uniendo de este modo la veneración mariana a la Virgen de la Providencia con el descubrimiento de Puerto Rico, acontecido un 19 de noviembre de 1493.
Con un permiso especial del Vaticano, el día 5 de noviembre de 1976 el primer Cardenal puertorriqueño coronaría la imagen de la Virgen en el solar del estacionamiento del Coliseo Roberto Clemente, como Patrona de Puerto Rico. La noche anterior, una mano criminal quemó la recién restaurada imagen de la Madre de Dios en la Parroquia de Santa Teresita de Santurce. Y así fue coronada, ante la emotiva presencia de unos cien mil devotos puertorriqueños, muchos en lágrimas; cardenales, arzobispos y obispos de toda Latinoamérica asistieron al acto. El Cardenal dijo entonces a los presentes: "El fósforo que se utilizó para quemar a la imagen incendió una llama en el corazón de todos los puertorriqueños." Y añadió: "Gracias a Dios, que es imposible quemar a la Virgen, porque Ella se encuentra en el Cielo".
Desde su proclamación como "Patrona principal de la Nación puertorriqueña", la devoción a la Virgen de la Divina Providencia ha aumentado grandemente, no solamente aquí, sino en los Estados de la Unión Norteamericana donde residen varios millones de puertorriqueños. Testigos de esta devoción son los neoyorquinos que llevan la imagen de nuestra patrona en una bella carroza en la Parada de Puerto Rico por la Quinta Avenida. Además, la Arquidiócesis de Nueva York, durante los últimos once años, conmemora esta festividad con una gran Misa en la Catedral de San Patricio, donde el Cardenal y Arzobispo de Nueva York se une al pueblo boricua de la Gran Urbe.
Información e imagen extraídas de http://www.preb.com/