"A los quince años uno entraría en la iglesia posiblemente con muchas expectativas de perfección y un conocimiento muy reducido de la verdadera naturaleza humana; de los quince a los dieciocho uno es muy sensible a los pecados de los demás, como sé por mis recuerdos. A esa edad no buscan lo que se halla escondido. Es un signo de madurez no escandalizarse y tratar de buscar excusas en la caridad".
Flannery O'Connor, 1959
No sé quién dijo que los jóvenes reclaman la justicia, porque se creen justos, mientra que los ancianos lo que piden es misericordia, porque se saben pecadores.
¡¡¡Qué importante es saber reconocer el momento vital en el que se encuentra cada persona, para no esperar de ella más -ni menos- de lo que pueda dar!!!