El Papa ha renunciado porque no se siente con fuerzas para poder llevar adelante el ministerio de Pedro.
Esta razón no necesita más explicaciones, pero da pie a algunas deducciones.
Muchos Papas anteriores llegaron también a edades avanzadas, y en precarios estados de salud.
El mismo B16 ha sido testigo presencial de los últimos días de Juan Pablo II.
No es lógico separar esta experiencia de Ratzinger de la decisión que ahora toma.
B16 vió el final de la vida de JP2 y, por consiguiente, comprobó lo que ocurre en la curia romana cuando un Papa envejece: poco a poco va cediendo terreno a sus colaboradores. Cada vez el patrón manda menos y los marineros mandan más.
Así fue con JP2 y así ha empezado a ser con B16.
Y el Papa renuncia cuando este proceso amenaza con acelerarse.
Pues mi deducción es clara: el Papa no se fía de la Curia Vaticana. Ha visto lo que ocurrió con el gobierno de la Iglesia en época de JP2. Ha visto lo que ha ocurrido en su propio gobierno. Ha decidido que es mejor poner una mano más joven en el timón de Pedro que permitir que la Curia vaya apoderándose cada vez de más y más espacios de decisión.
Porque Jesús le dio a Pedro el poder de las llaves. A él personalmente. No se lo dio a un conjunto de burócratas mejor o peor intencionados. No se lo dio a una maquinaria. Se lo dio a una persona.
Por ello, es mejor que sea una persona quien lleve la barca, incluso aunque provenga de las penumbras curiales, que dejarla en manos de una computadora colectiva.
Hay otros aspectos que me parece que apuntalan esta idea.
En la Curia Vaticana hay hombres de valía humana y espiritual excepcional. Vaya esto por delante. Pero muchos de ellos ocupan cargos menores. A los vértices llegan a veces los tiburones con piel de seda. El espectáculo de Vatileaks ha dejado al descubierto muchas de esas mezquindades y ha desprestigiado la Curia hasta niveles sorprendentes.¿Podía un Papa anciano ir dejando cada vez más control en una Curia tan denostada? Porque si un mandato sale de la boca de Pedro, su indudable autoridad moral lo avala. Pero si un mandato sale de Roma bajo la sospecha de que es el resultado de oscuras y a veces poco espirituales maquinaciones, ¿qué fuerza moral tiene, más allá de lo que se quiera imponer con el derecho canónico? Una Curia como la que hemos visto este tiempo reciente tiene poca capacidad para ir supliendo al Papa como la Iglesia se merece.
Poca confianza y/o poca capacidad de la Curia. Me parece que estos dos aspectos pueden deducirse de la decisión papal.
A modo de ilustración puede ponerse el caso de Marcial Maciel. El Papa lo retiró al silencio y a la oración en 2006, sólo trece meses después de llegar a la sede de Pedro, pero por problemas que se habían gestado y que habían sido denunciados en la época de Juan Pablo II. Ratzinger conoció sin duda esos problemas siendo él mismo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, un alto puesto que, sin embargo, no le permitió aclarar lo del fundador de los legionarios. Hasta ahí llegaba la incapacidad de la Curia a la hora de corregir un problema tan grave como ese. ¿Es de fiar un aparato así?
Que ahora el Cardenal Dziwisz, secretario de Juan Pablo II, y miembro de esa que ha sido la peor Curia de los últimos años, afirme -si es que ha sido así*- que Juan Pablo II permaneció porque de la cruz no se baja... no deja de ser amargamente irónico. Tras años de negación, seguimos sin saber qué curiales taparon a Maciel... y ahora esto...
Juan Pablo II se agarró a su cruz y la mantuvo hasta el final. En conciencia.
Benedicto XVI -en conciencia- también se ha agarrado a su cruz hasta el final. Y parte de esa cruz son las críticas que están vertiendo sobre él porque parece que "se baja de la cruz", cuando es todo lo contrario: aceptar la calumnia y la difamación, pasar por ser un Papa comodón, también para enviar un fuerte mensaje a la Iglesia y a la sociedad: con esta Curia no se puede.
*Hoy, en la Radio Vaticana, +Stanislaw dice que no ha comparado el final de un Papa con el del otro. Lo damos por bueno, aunque los interrogantes de Maciel siguen en pie. Bastaría una buena declaración de su parte.
Un verdadero Cristiano, se deja llevar por los verdaderos valores de su fe. Prefiere mas la oracion personal-intercesora, a tener que vivir sometido a circunstancias que lo alejen de su fe. Considero la posicion del Papa Benedicto XVI, despues de haber sido testigo y ademas vivido el Papado de su antecesor Juan Pablo II. Digno de El de hacer mas retirado, que estar mani-atado. Gracias Benedicto XVI, por este sacrificio de fe.
me es muy penoso escuchar a catolicos buenos con pensamientos acordes de el modo de pensar laicista en donde no creen en las palabras Benedicto XVI, y querer ver signos y dobles en ellas ya que en estos tiempos pareciera que nadie habla con la verdad y cuando asi se hace no creen. en lo particular yo si creo en las razones de BenedictoXVI y tengo fe en el Espiritu Santo el cual guia a la iglesia asi que desde el momento de su anuncio estoy en oracion por El mas que nunca pues es mi forma de demostrarle mi cariño
Papa Benedicto XVI, me siento muy honrada de estar viviendo en este tiempo de su dirección, pues me da fortaleza y me hace etender que a veces es necesario desde el silencio orar y pedir por los demás, y aceptar las cruces que esto puede ocasionarnos. Que Dios lo bendiga y seguimos en oración constate por usted y porque a la Curía le de el Espiritu Santo, la claridad de pensamiento y pureza de intención que ese puesto fue otorgado para apoyar al Papa y sacar adelante a la Iglesia esposa de Dios. Que viva Jesús, que viva su Cruz, que nuestra Madre Santísima interceda en estos momentos difíciles y toque los corazones de todos los que se involucrarán en la elección del nuevo Papa