El Martirologio (que es el nombre correcto) o Santoral tiene una doble función en la Iglesia:
-conservar el recuerdo de los santos
-servir de guía en la conmemoración litúrgica.
Todos los santos se recuerdan, pero no todos tienen una celebración litúrgica asociada, al menos no en el calendario general (puede un santo ser celebrado litúrgicamente sólo en una diócesis, o en una parroquia o instituto).
Este doble uso del Martirologio se refleja en la curiosa estructura de cada día:
En principio los santos se ordenan por año de muerte, pero si alguno tiene celebración liturgica en ese día, se pone en primer lugar, así que el 7 de abril san Juan Bautista de Lasalle, que tiene celebración en el calendario general, va primero que san Hegésipo.
Aprovecho la pregunta para comentar algunas cuestiones referidas al canto o recitación pública del Martirologio:
Como el Martirologio se puede recitar públicamente en la comunidad el día anterior (no es común hacerlo en parroquias, pero sí en comunidades religiosas), en realidad hay que acomodar el orden a la realidad de la comunidad concreta donde se recita, es decir, por ejemplo:
Si una comunidad del Opus Dei recita el martirologio del día 26 de junio, pondrá primero a San Josemaría Escrivá de Balaguer, por ser el fundador (si es que se celebra litúrgicamente en esa fecha, desconozco el dato), y por tanto reubicará a san Pelayo tras los santos Salvio y Superio, que es su orden cronológico. Al mismo tiempo esa comunidad no recitará los santos y beatos que tienen un asterisco, porque son santos de culto local, y sólo lo deben recitar las comunidades, regiones, diócesis, etc. a la que esos santos pertenezcan.
El orden tal como aparece en El Testigo Fiel refleja la edición impresa (2007) del Martirologio Romano para España, pero luego en la recitación diaria, al igual que se hace con la edición impresa, debe adaptarse a cada caso concreto. Por ejemplo, aunque el Martirologio edición española diga que el 6 de noviembre se celebra la memoria de los «Mártires del siglo XX en España», esa entrada no deben leerla los que no recitan según el calendario litúrgico español, ya que es una celebración de valor local. En ese caso particular, ni siquiera deben reubicar la celebración coronológicamente, ya que no es la memoria de un santo, sino una conmemoración puramente litúrgica, que en caso de no tener que hacerla, hay que omitirla por completo.