Hay dos tipos de Padrenuestro cantados: aquellos que siguen por completo y fielmente el texto de la oración, y aquellos que evocan conceptualmente el contenido del Padrenuestro, pero no repiten propiamente la oración.
En la liturgia sólo debería utilizarse de los primeros (y eso aun teniendo presente que la música sea digna para semejante texto, y no un refrito de melodías de moda)... ¡no olvidemos que es la oración de Jesús!
Esto es la regla general: el texto del Padrenuestro no debe variarse.
Ahora bien, no parece que la sola repetición de la frase final por motivos melódicos signifique una variación. Y ciertamente que es preferible eso y no decir "amén" ya que el Padrenuestro de la misa no corresponde que lleve "amén", puesto que el amén está incluido en la doxología "tuyo es el reino...", que es la conclusión litúrgica del Padrenuestro en la misa actual (que buscó con ello restaurar lo que se cree que fue el uso del primer siglo).
Si se canta un Padrenuestro variado respecto del texto litúrgico, lo que corresponde es, además, recitarlo, como se hace en muchas misas: se canta, y luego se recita. Le cuento por ejemplo que en mi parroquia, en las misas solemnes, el coro canta un Padrenuestro de texto evocativo, pero que no es la oración litúrgica, y luego continúa hacia el final con una melodía en "boca chiusa", y todos recitamos el Padrenuestro de la misa, con esa melodía de fondo. Es una solución interesante (aburre un poco luego de tres misas solemnes, pero para las dos primeras está bien).
En suma:
-el amén no se dice al final del Padrenuestro de la misa en ningún caso, ni cantando ni recitando.
-el texto debe respetarse siempre.
-personalmente no consideraría la repetición de la frase final como una variación del texto, pero esto es ya opinión mía exclusivamente.
En mi parroquia a veces se canta una ... variación que "rodea" al Padrenuestro recitado. (http://mamajo.over-blog.es/pages/PADRE_NUESTRO-1221590.html )
Cada vez que oigo eso de "y término rezándote como Jesús me enseñó" pienso: hombre, me hubieras ahorrado el resto.
amen
tengo mis dudas al respecto, porque los autores como Lucien Deiss, francisco Palazon, Juan Espinoza incluyeron el amen en sus melodías no creo que ellos que estudiaron mucho estaban errados!!! o existe alguna otra explicación tal ves!!
tengo mis dudas al respecto, porque los autores como Lucien Deiss, francisco Palazon, Juan Espinoza incluyeron el amen en sus melodías no creo que ellos que estudiaron mucho estaban errados!!! o existe alguna otra explicación tal ves!!
En el rito anterior sí que se decía el amén del Padrenuestro. Muchos padrenuestros cantados son más antiguos que la última reforma litúrgica y, naturalmente, lo llevan.
Además, habría que decir dos cosas a Manuel Cienfuegos al respecto de que Lucien Deiss, Francisco Palazón y Juan Espinoza eran cultos y por eso no podían estar errados. Es una suposición que está fuera de lugar, ya que uno puede ser el más culto de todos los hombres en un campo concreto y ser un auténtico ignorante en otro. No todos saben de todo, por eso estos señores, que eran grandes compositores, bien pudieron componer sus melodías sin conocer lo que nosotros hoy llamamos embolismo. Es más, puedo asegurar que, incluso hoy y entre el sector eclesiástico, pocos (por no decir casi nadie) sabe lo que es el embolismo (la exclusión del "Amén" de la fórmula del Padrenuestro). Por eso no sería extraño que estos autores tampoco lo supieran.
Y en segundo lugar, no podemos olvidar que el Padrenuestro SÍ TERMINA CON EL AMÉN. Cuando no lo hace es en la celebración de la Eucaristía. Pero si rezamos el Padrenuestro, lo correcto es cerrar la oración con el Amén. Y si estos autores componen sus Padrenuestros cantados, lo más lógicos es que lo hagan conforme a cómo es la oración en sí, no aplicada a la Eucaristía. Porque la oración del Padrenuestro se puede cantar en una adoración, en una oración comunitaria o en una oración personal. Y entonces sí lleva el Amén.
La cuestión es muy fácil. Incluso aunque se cante el Padrenuestro en la misa, se debe omitir el Amen final, independientemente de que la composición musical lo incluya.