En realidad se trata de dos preguntas relacionadas, pero distintas.
El ciclo de tres años de las lecturas dominicales (A, B, C) fue establecido por la Iglesia para comenzar en 1970, para realzar más en la misa la lectura de los evangelios y permitir que en relativamente poco tiempo (tres años), quienes hayan asistido a misa todos los domingos hayan oído la proclamación de los cuatro evangelios íntegros:
-En el ciclo A san Mateo y partes de Juan
-En el ciclo B san Marcos y más partes de Juan (al ser Marcos breve, se complementa con más fragmentos de Juan que en los otros dos ciclos)
-En el ciclo C san Lucas y partes de Juan
Dividir en tres y no en cuatro es una decisión que posiblemente proviene de la idea de que los tres evangelios sinópticos son "más biográficos" que Juan, que es "más teológico".
Esa idea es bastante cuestionable, sobre todo porque da lugar a que Juan, posiblemente el más estructurado y que requiere una lectura más continua de los cuatro, queda más desperdigado, pero en todo caso la división en ciclos representa un gran avance con respecto a la presencia de la Biblia en las lecturas de la liturgia anteriores a esta reforma, en la que no se llegaban a leer los cuatro evangelios enteros.
En la actualidad sabemos que los evangelios no son biografías de Jesús, sino catequesis acerca de Jesús como Señor y Cristo (una catequesis hechas a partir de sus datos históricos, pero que no se quedan en lo biográfico), y por tanto las diferencias entre los cuatro evangelios son importantes, porque expresan la variedad de miradas (teologías) con la que la Iglesia confiesa a su Señor. Por tanto, aunque leamos la misma "anécdota" sobre su vida, es muy importante el modo como lo cuenta cada uno de los cuatro.
Cada evangelio va acompañado de una primera lectura tomada del Antiguo Testamento o del Nuevo, y que -junto con el salmo- tiene puntos en común con el evangelio, y una segunda lectura o "epístola", tomada de las epístolas paulinas y no paulinas del NT, que se van desarrollando a lo largo de los domingos, y normalmente no tienen relación directa con el evangelio que toca, salvo en fechas muy señaladas.
Los ciclos A, B y C sólo se aplican a los domingos, ya que los días de semana del Tiempo Ordinario tienen su propio ciclo en dos años (par e impar), y en los días de semana de los otros tiempos las lecturas no varían.
Hay mucho escrito sobre ello en este mismo libro de preguntas, le aconsejo recorrerlo un poco. Pero resumiré de todos modos el tema:
Hay testimonios ya desde el primer siglo de las reuniones dominicales de los cristianos, que puede deducirse que se juntaban para rememorar la última cena; el mismo nombre de "domingo" (en griego "kyriake hemera") significa "Día del Señor", y aparece mencionado así ya en el Apocalipsis (1,10). Así que puede decirse que esa es la madre de todas las celebraciones litúrgicas: la reunión dominical.
Sin embargo, presumiblemente también desde el principio, aunque los testimonios no son claros, los cristianos celebraban cada año la pascua del Señor, en el mismo día en que se había producido, es decir, en el 14-Nisán del calendario judío, que al ser lunar, cambiaba de día solar cada año. No importaba en qué día de la semana cayera.
El 14 Nisán se define como la "primer luna llena del equinoccio de primavera del hemisferio norte", lo que hace que pueda caer en marzo o abril.
Poco a poco se fue imponiendo la costumbre de mover la pascua al domingo siguiente al 14 Nisán, combinando la variabilidad de la pascua judía con el hecho de que el Señor resucitó al día siguiente al sábado.
Sin embargo, esta novedad, que ya es rastreable en el siglo II, no se impuso de manera inmediata, sino que hubo un número importante de obispos del Asia Menor que permanecieron fieles a la antigua usanza, a los que se conoce como "cuartodecimanos" (por hacer coincidir la pascua con el mismo día del 14 Nisán). El conflicto fue muy áspero y duró más de un siglo, pero al final se fue perdiendo el uso cuartodecimano. El remate lo dio el Concilio de Nicea del año 325, que definió la fecha de Pascua como "El domingo siguiente a la primer luna llena del equinoccio de primavera", lo que hace que pueda caer entre 22 de marzo y 25 de abril.
Ver sobre esto este escrito, y estas tablas.
Las demás fechas tienen su propia historia, por eso usamos un calendario variable (lunar) para la pascua y sus celebraciones relacionadas (Cuaresma y Pentecostés) pero usamos un calendario fijo (solar) para otras como la Navidad y sus celebraciones relacionadas (Anunciación, Nacimiento del Bautista, Adviento, etc.)
Los evangelios no dan pistas del día del año en que nació Jesús (tampoco del año concreto), así que la Navidad se fijó arbitrariamente el 25 de diciembre, en relación con tradicionales fiestas de la religión pagana romana, como el nacimiento de Saturno, las fiestas de Mitra (un dios solar), etc. Qizás (pero esto es una hipótesis, nada más) se eligió la noche del 24 al 25 porque las fiestas de Mitra habían terminado y la de Saturno no había empezado, así que, desde el punto de vista cristiano, podía ser considerada una noche sin falsos dioses. La sustitución de las fiestas de los dioses paganos por el nacimiento de Cristo fue progresiva, acorde a la progresiva evangelización de los paganos. Para el siglo V o VI ya se celebraba la Navidad en todos los pueblos cristianos.
Las fiestas relacionadas se fueron "deduciendo": si a Cristo se lo celebraba el 25 de diciembre, entonces la anunciación era nueve meses antes, y el nacimiento del Bautista tres antes. Como es lógico, si las fiestas paganas siempre tuvieron relación con los acontecimientos de la naturaleza (cambios de estación, sobre todo), entonces naturalmente nuestras fiestas conservan en su origen esa misma relación, lo que no quiere decir que sean fiestas naturalistas.
Ver sobre esto este escrito (Natividad de nuestro Señor Jesucristo), éste (Solemnidad de la Anunciación del Señor) y éste (Natividad de san Juan Bautista).
Las dos cuaresmas, la grande anterior a la pascua y la pequeña anterior a la navidad (lo que luego se pasó a llamar "Adviento"), tienen su historia aparte. La cuaresma de pascua nació primero, por la necesidad de un tiempo de penitencia y purificación para aquellos que iban a ser bautizados en la vigilia pascual: comenzaba en lo que ahora llamamos "primer domingo de cuaresma", y terminaba en la Vigilia. Cuando el Triduo Pascual fue tomando importancia, se comenzó a cerrar la cuaresma en la semana santa, y por tanto se movió el inicio al miércoles anterior, para compensar los días que ya no contaban como cuaresma, y que siguieran siendo 40 días.
El Adviento parece que nace entre los monjes españoles, deseosos de imitar el rigor de la cuaresma pascual como preparación a la Navidad.
Las fiestas de los santos comienzan ya en el siglo III: al principio se hacían registros de la fecha y lugar de enterramiento de los mártires (la "depositio martirum", primer modelo de santoral que tuvo la Iglesia), y la fecha y lugar de enterramiento de los obispos (la "depositio episcoporum"), pero enseguida esas fechas no se limitaron a registrarse, sino que comenzaron a celebrarse litúrgicamente. Pasada la época de los mártires, se incluyeron también "confesores", es decir, gente que había sufrido por la fe, aunque no había llegado a morir por ella, y luego se amplió la noción de "confesor" a todos aquellos que eran ejemplo de vida en la profesión de la fe, nacen así los primeros calendarios santorales (siglo V), que reunían ya, con el nombre de "Martirologio" a mártires, obispos y confesores, y sus fechas están asociadas a misas con textos propios. Muchos de esos textos se siguen utilizando en las antífonas e himnos del calendario santoral.
Nuestro calendario litúrgico, que comienza siempre el domingo de la 4ª semana anterior a la Navidad, combina las fiestas regidas por la Pascua (móviles), con las fiestas regidas por la Navidad (fijas) y el calendario santoral (fijo, pero de rango menos importante que las fiestas del Señor), lo que hace que varíe tanto cada año.
Para todos estos temas puede leerse con provecho la "Historia de la Liturgia", de Mario Riguetti y la "Iniciación a la liturgia" de Abad Ibañez y Garrido Bolaño. Hay por supuesto muchísima más bibliografía, pero estos dos se encuentran en pdf en nuestra Biblioteca
por favor explíquenme de manera que pueda entender porque los domingos y festivos religiosos hay 3 lecturas(1era ,2da y el evangelio) y un salmo y durante la semana solo hay dos lecturas (1era y evangelio) y un salmo?
Las solemnidades tienes varias características que las diferencian de las demás celebraciones. Busca en este mismo libro de preguntas "solemnidad" y se explican esas características.
Los domingos son solemnidades siempre.