En 1943 tuvo lugar lo que se conoce como la masacre de Boves, la primera llevada a cabo por los nazis en Italia: los alemanes golpearon a la indefensa población civil, incendiando más de 350 casas y dejando decenas de víctimas. Entre ellas se encontraban el párroco, el padre Giuseppe, que tenía 46 años, y su joven adjunto, el padre Mario, de 23 años, que llevaba sólo tres meses como sacerdote allí.
Hubo un enfrentamiento entre partisanos y nazis y dos alemanes fueron secuestrados. El padre Bernardi y un empresario participaron como mediadores para su liberación, pero a pesar del resultado positivo de las negociaciones, el comandante de las SS ordenó incendiar esa localidad.
El padre Giuseppe fue masacrado y quemado junto con otros conciudadanos, y el padre Mario fue asesinado mientras impartía la absolución "in articulo mortis" a un ciudadano herido por un soldado alemán. Los dos sacerdotes trataron de salvar a Boves y a sus habitantes a costa de sus propias vidas y se sabe que el padre Giuseppe invitó a unas muchachas a rezar con él ante el cadáver de un soldado alemán, un gesto que dio frutos de paz y reconciliación. Una muestra de uno de estos frutos fue la presencia, en la misa de beatificación, de una delegación de Schondorf, la ciudad natal del comandante de las SS responsable del exterminio.
Giuseppe Bernardi había nacido en Caraglio (Cúneo) el 25 de noviembre de 1897, y ordenado sacerdote el 29 de junio de 1923. Luego de desempeñarse como vicario parroquial, rector del Orfanato y otros cargos en Cúneo, fue nombrado párroco de Boves, donde fue amado por los feligreses por su empeño pastoral, su profundo sentido de la paternidad sacerdotal y la gran sensibilidad frente a los pobres y los enfermos.
Mario Ghibaudo había nacido en Borgo San Dalmazzo (también en Cúneo) el 18 de enero de 1920, ordenado sacerdote el 19 de junio de 1943 y destinado como vicario parroquial a la comunidad de Boves.
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