He estado dando de vueltas para centrarme en un tema que nos ayude a seguir caminando juntos. ¿Qué hay verdaderamente detrás del clamor de un gran sector de entre nosotros que urge la renovación de
Es un hecho que si estamos interesados en intercambiar nuestros pareceres dentro de este foro es porque creemos firmemente que
Si algo tiene nuestro mundo actual es que –a pesar de vivir en gran parte enajenado con estereotipos artificiales- no se casa con la hipocresía y la falsedad humanas. Detecta rápidamente las intenciones y los dobleces personales. De algún modo lo que no está claro y diáfano a sus ojos, entra en el terreno de la sospecha y la desconfianza y, llegado el momento, desenmascara la falsedad y el engaño.
Como creo que hice ver en mi primera intervención a propósito de Hans küng, lo que es realmente preocupante para muchos creyentes, es el tema de la veracidad, de la coherencia, de la fiabilidad de lo que
Cómo lo deseó el Concilio Vaticano II en
Sólo como apunte:
Veraz (del lat. Veraz –acis): Adj. Que dice, usa o profesa la verdad.
Veracidad (del lat. Veracitas –atis): f. calidad de veraz
PD. Si piensan que este tema no responde a una necesidad imperiosa... pues, buscamos otro.
Estimada Nehua: He leído con calma tu post; y, si yo no fuese parte de La Iglesia, te diría “ bravo, tienes toda la razón”; pero como soy parte, no puedo, y, no es que digas insensateces; no expresas una opinión muy respetable, respetable, siempre que, tú y el grupo que este detrás, no lo quiera convertir en infalible, es decir mientras no me obligues, a pensar como tú quieres, o, como tú piensas, podremos dialogar.
Y, como espero que sea así, empiezo a decirte, en que estoy de acuerdo, y, en que no, de lo que tú Nehua has escrito, no estoy de acuerdo con el clamor de una parte de vosotros que pide renovación, disculpa, si estoy de acuerdo, con que claméis, y reclaméis; lo que no veo; es por qué, os iban hacer caso, a los reclamantes; y, no a los católicos que creemos que la Iglesia esta guiada por el Espíritu Santo, y, que no necesita renovación, que somos nosotros, al decir nosotros me refiero, a las personas, las que debemos de renovarnos, mejor dicho dejarnos renovar por El Espíritu Santo.
Sobre los abusos a niños y menores, que no es lo mismo, ya escribí en un post lo que pienso, desde luego, en los casos reales, que no lo son todos, porque las personas por dinero, hay veces que hacen lo que sea. Desde luego un solo caso, ya sería, para que hiciésemos penitencia, todos los cristianos toda la eternidad, digo todos, y, es que, yo, al contrario que tú, no considero que la pederastia, que para mí, es peor que el terrorismo; sea más grave, si la comete un sacerdote, no es igual de grave, si la comete un laico, y, no digamos si ese laico, es padre del ofendido-a; para mi, los curas no son cristianos de más calidad, ó clase que yo, son cristianos con otra misión, pero como parte del Cuerpo místico de Cristo, no se ha revelado, sean algo especial; aunque sí, Dios haga por medio de ellos, cosas especiales; pero no son ellos si no Dios, lo único que distingue a los cristianos, a los ojos de Dios, es la santidad; y, en la tierra, santos yo conozco pocos, si algunos, y, en los 3 estados.
Por ello, no veo, porque, todos los casos descubiertos de pederastia, abuso de menores, pornografía infantil, cometidos por cristianos, pero laicos, no os han hecho clamar, ¿Será, que consideráis a los sacerdotes, seres celestiales? Pues son como todos, ni mejores ni peores
Sobre el Vaticano II, que manía le tenéis, mira, Lo que te voy decir ahora, es muy fuerte; pero te lo digo, en La Iglesia, hubo más concilios, no te doy el número, porque los números no son lo mío, pero quiero decir, que no se puede citar el VII, como si fuese el único, es más, en todos los anteriores, desde el de Jerusalén, aunque este no fue ecuménico, si no local, desde Nicea, ó Efeso, hasta el VI, en todos la Iglesia, no el Papa, uso su prerrogativa de infabilidad, todos terminaron con una verdades, que los católicos tenían que aceptar todos invocaron al Espíritu Santo, todos menos el VII, ó sea que podríamos decir, que el Espíritu Santo, no fue al VII; de hecho se puede ser buen católico, rechazándolo de pleno, ahora te diré que yo lo acepto, pero claro, como no tiene la categoría, de un Vaticano 1º, o un Trento, por poner dos ejemplos, tomo del mismo, lo que me gusta, y conviene; siempre dentro de la obediencia a Pedro; que para mi es Benedicto XVI; sin necesidad de que sea infalible, La Iglesia, en conjunto si lo es, y, por suelto, no lo somos nadie, bueno el Papa, pero en contadísimas ocasiones, es decir en los casos “Ex cathedera”.
Son muchas las personas que ven, el VII, como un error en la Iglesia, pues le robo hijos, en vez de traérselos, yo no estoy de acuerdo, pero respeto a los que piensan así, lo mismo que te respeto a ti, y, a los tuyos.
Otro punto con el que discrepo, es decir que nuestro mundo, rechaza la hipocresía, por favor, nuestra sociedad es la más hipócrita; la gente hoy en día es falsa, y cada uno, va a lo suyo, incluso los que aparentan que no, él que hace algo bueno, salvo excepciones que se cuentan con los dedos; lo hace, para ganar algo, y si ese algo, incluye dinero, mejor que mejor.
Dios les importa, nada, no es que no crean en Él, es que ni se lo plantean, el dios de nuestro mundo, es “el dios dinero, el dios vientre”; no digamos ya, en la divinidad de Jesús no cree nadie, así que por favor, nuestro mundo, nuestro mundo, esta podrido, es ya insalvable, y, sin embargo, sabes una cosa, en los centros de la Iglesia, Caritas, Manos Unidas, pero sobre todo Caritas, centros de las hijas de la caridad, o de las hermanas de la Caridad de Madre Teresa; cuando llega, alguien a pedir ayuda, no le piden carne de buen católico, o, buen cristiano, no le preguntan ni le piden certificado de pertenencia, ni si va a Misa, o no va, es más, si esa persona es un no cristiano, o un no creyente se le atiende igual, sin preguntarle nada, sin pedirle nada, yo creo, que lo normal sería que en los centros de La Iglesia, sólo se atendiese, a la gente de la misma, “ cada palo que aguante su vela”, pero ellos no piensan así; y, tampoco lo hacen para convertir a nadie, porque como te dije más arriba, aunque no tenga nada que ver con el tema del post, si con tu defensa de nuestro mundo, este ya no tiene salvación, aunque ya sé, que cuando tú hablas de salvación, no estas hablando de lo mismo que yo, para ti, la salvación esta aquí en esta tierra; y, es aquí donde esta el reino de dios; y de su cristo, para mí la salvación, esta después de este mundo, tras la muerte. Porque yo, sin que eso, me haga mejor, ni peor, no recito tú mismo Credo: pero lo que importa es que seamos felices cada uno, con lo que tenemos, con la fe, que libremente aceptamos. Y que sepamos respetarnos,
Hay una cosa, que nunca he entendido, es porque todos, los que odiáis al Papa, antes a Juan Pablo II, y, ahora a Benedicto XVI, entendiendo lo de odio; no sé porque no fundasteis una Iglesia aparte, porque no tuvisteis el valor y el coraje; de dejar una Iglesia que no es de vuestro gusto, y fundar una, con sacerdotisas y, ese largo etc, etc que tanto os gusta; a lo mejor es que no os gusta tanto, yo si te digo que mientras el Espíritu Santo, este en la Iglesia, por muchos que sean los pecados de sus hijos, ya contribuyo, yo, con lo que puedo, para que pueda ostentar el título de Pecadora, el de Santa, se lo da su Esposo, yo con la gracia de Dios, seré parte de Ella, pero si un día, no me gustase, no voy a clamar, simplemente, saldría de Ella, porque estoy libremente, nadie me obliga, por lo tanto, si algún día es más lo que no me gusta, que lo que me gusta, no intentaré cambiarla, no soy quien, me iré a otro lado, o a ninguno, al fin y al cabo, Dios esta en todas partes-.
Un abrazo
Maite
“El que a vosotros oye, a mi, me oye”
Nehua,
a mi juicio tienes una concepción del mundo demasiado buena. Nuestro mundo es un mundo profundamente hipócrita y falso, y creo que lo único con lo que no casa es con todo aquello que contradice su manera de ser y actuar. Se rasga las vestiduras por los abusos sexuales por parte de algunos miembros del clero, mientras silencia todos los casos que se producen en su propio seno, muchas veces fomentados por él mismo (p.ej. no es delito el que un adulto tenga relaciones sexuales "consentidas" con un niño de 14 años). Se horroriza por las corridas de toros mientras fetos humanos triturados son tirados a contenedores de basura y son llamados "desechos clínicos". Lucha por los "derechos humanos" de chimpancés, gorilas y orangutanes mientras niega el derecho a nacer de los niños con síndrome de Down. Y cuando alguien alza la voz para denunciar semejantes desatinos, a ese le crucifican.
El mundo sólo acepta a aquellos que le rien las gracias. La Iglesia, independientemente de que en muchas ocasiones sus miembros no seamos fieles, denuncia por activa y por pasiva la hipocresía del mundo, y el mundo eso es algo que no perdona. No se trata de que el mundo rechace a la Iglesia porque no sea coherente con lo que predica...se trata más bien de que rechaza a la Iglesia porque la Iglesia ilumina con la luz de Dios las tinieblas del mundo, porque no lo olvidemos, por incoherentes e infieles que seamos detrás de la Iglesia actúa Dios y Dios se las arregla para iluminar al mundo a pesar de que se sirva de "vasijas de barro" como somos nosotros. El problema es, por tanto, que la luz vino al mundo pero las tinieblas no la recibieron.
Por otro lado, la Iglesia está en el mundo, no aparte del mundo. La clave no está en huir del mundo, sino en permanecer en el mundo sin ser del mundo. Nuestra infidelidad a Dios por tanto consiste en no dejar de pertenecer al mundo, a que el mundo ocupa en nuestro corazón el espacio que debería ocupar Dios. Cambios en la Iglesia...nuevas estructuras "más acordes con los tiempos que corren"...pero si los verdaderos cambios los tenemos que llevar a cabo nosotros en nuestro interior ("conversión" se le llama a eso), intentando vivir en el mundo, inmersos en su realidad, pero no dejando que el mundo nos robe el corazón. Estar más pendientes de nuestra conversión y de ayudar a convertirse a los que nos rodean en nuestro entorno más cercano, en lugar de estar pendientes de lo que hace o dice tal o cual obispo o teólogo, en lugar de meternos a "obispos" o "Papas"...cada uno tiene su misión y no otra, por lo tanto que cada uno se aplique con todas sus fuerzas a la misión encomendada.
No voy a negar que la Iglesia, o mejor dicho sus miembros, no somos muchas veces fieles y coherentes con el mensaje de Cristo. Esa falta de coherencia opaca la luz de Dios con la que deberíamos iluminar al mundo. Pero no creo que la culpa sea de "la jerarquía" (que parece una especie de ente maligno o sociedad secreta a lo "Código Da Vinci" ), o de "estructuras anticuadas" (derrumbemos la estructura jerárquica, aquí todos iguales), sino de la resistencia de cada uno de nosotros a la conversión, a dejarnos trabajar por Dios y a desprendernos del mundo. Si un sacerdote abusa de un niño no se debe a que el celibato férreamente impuesto por una jerarquía inhumana le empuje a cometer semejante barbaridad, sino a que ese sacerdote ha permitido que el mundo y sus pulsiones sexuales echen a Dios de su corazón.
Para mi la raíz de los problemas es la propia conversión de cada uno. Si todos nos convirtiéramos, los cambios en la Iglesia se darían de manera natural ("por añadidura", que diría Jesús). Pretender cambiar las estructuras jerárquicas, adecuarse al mundo para parecer "mas aceptables" a él sin luchar primero cada uno por la conversión propia y la de los que le rodean, es como mínimo empezar a construir la casa por el tejado, cuando no lanzar balones fuera y echar las culpas siempre a otros, en lugar de mirar en nuestro interior...interior que, dicho sea de paso, está lleno de cadáveres y podredumbre, como corresponde a todo sepulcro blanqueado.
Un abrazo.
Uno de mis instantes preferidos de «Fresas salvajes» de Bergman es cuando Bibi Anderson está sentada entre el ateo y el futuro pastor, suspira y dice: «¡qué majos! yo siempre estoy de acuerdo con el último que habla...» ¡ay, como me comería a Bibi en ese momento!
Es que es imposible no aceptar algo de cada uno. Trataré de reducir (con toda la injusticia que eso implica) los post a unas pocas líneas esenciales, con lo que me parece que es acertado y desacertado en cada uno, perdonen el "subjetivismo" de esas elecciones:
-Nuestro mundo es un mundo profundamente hipócrita y falso (Kanbei)
Cierto. Precisamente, jugando con las palabras, en el Nuevo Testamento se llama «mundo» a eso tan inmundo.
-Dios les importa, nada, no es que no crean en Él, es que ni se lo plantean, el dios de nuestro mundo, es “el dios dinero, el dios vientre” (Maite)
Cierto, y lo que es peor: ya lo decía san Pablo: «cuyo final es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y cuya gloria está en su vergüenza, que no piensan más que en las cosas de la tierra.» (Flp 3,19)
-creo que de lo que el mundo quiere cerciorarse es si la Iglesia es portadora o no de un mensaje no sólo interesante sino definitivo, con sentido y veraz para ser aceptado y seguido (Nehua)
Cierto también. Quizás es difícil de probar, pero la historia de la Iglesia muestra que el mismo mundo hipócrita y falso, ha sido generoso y auténtico cuando ha percibido que el mensaje de la Iglesia era verdaderamente de salvación.
Y ahora lo que no:
-Es un hecho que si estamos interesados en intercambiar nuestros pareceres dentro de este foro es porque creemos firmemente que la Iglesia está colmada por una tradición de siglos. (Nehua)
No es cierto. Hay mucha gente dentro de la Iglesia que sólo espera el momento de meter ruido y cizaña, y que lo hace de manera sistemática, porque eso la beneficia, ya sea consolidando sus privilegios, como ganándoselos. Así que no creo que debamos suponer siempre buena voluntad, ni en un foro ni en el conjunto de la Iglesia. Simpleza y transparencia sí, bobería, no.
-Nuestro mundo, nuestro mundo, esta podrido, es ya insalvable... (Maite)
Así dicho no es cierto. Ya sé que haces salvedades importantes, pero que no llegan a cambiar el tono excesivamente pesimista. Si el mundo fuera insalvable, Jesús no nos hubiera mandado swer levadura en la masa, sino que nos hubiera mandado a pescar en río revuelto y ya.
-Si todos nos convirtiéramos, los cambios en la Iglesia se darían de manera natural (Kanbei)
Aunque es formalmente cierto, es tan imposible, que no es cierto. Ni siquiera Jesús se planteó una Iglesia que dependiera de que tiodos estuvieran convertidos. La conversión personal juega un papel importante, pero no lo es todo, las estructuras -aunque por sí mismas llevan a la hipocresía- permiten interponer un colchón de veracidad entre las propias intenciones y lo que la Iglesia como tal realiza. Esas estructuras deben ser sanas, incluso antes y sin suponer que todos nos convirtamos.
Ya está, perdonen, es como si me pusiera con el dedito a apuntar lo que cada uno dijo bien o dihjo mal, total yo vengo después y no digo nada... Bueno, no, espero que no se entienda eso, que no es exactamente el asunto, sino sólo tratar de reconstruir ciertos choques dentro del discurso para poder entender y pensar en esos choques.
Lo que veo difícil, realmente difícil, es que hay que empezar por... todo a la vez: la conversión personal es importante, pero la de estructuras también, el confiar unos en los otros dentro de la Iglesia es importantísimo, pero el no andarnos bailando con tutú creyendo que porque uno dice "soy teólogo y escribí n libros" entonces lo que dice tiene que ir a misa, como tampoco es para rendirse a los pies del primer obispo que en nombre de que es obispo pretenda que las cosas no se hablen, ni siquiera si es el obispo de Roma.
Ya lo vio Aristóteles, que las cosas planteadas en desmesura, siempre resultan falsas, aunque en sí puedan ser verdaderas. La autoridad desequilibrada y sin atención al entorno es esencialmente autoritaria y falsa, pero también es falso el discutivismo generalizado, cuando no se quiere aceptar que hay acuerdos irreductibles y que no es posible empezar todo de nuevo cada vez.
Los griegos a la desmesura la llamaban "hybris", y es la misma palabra que usaban para decir "soberbia". Y es cierto: la soberbia es la raíz de toda desmesura.
Bueno, luego sigo porque, como siempre, lo que termina resultando desmesurado es la extensión de mi mensaje.
Una aclaración para Maite: Nehua no está aquí como portavoz de ningún grupo, simplemente expone las "razones" de un lado, como tú las de otro, Kanbei las de otro, etc. sin que eso signifique que lo que él dice sólo pertenezca a un grupo.
---------------------
«Cristo dijo en el Evangelio: Yo soy la verdad, y no dijo: Yo soy la costumbre» (San Libosio, obispo y mártir)
Si todos nos convirtiéramos, los cambios en la Iglesia se darían de manera natural ("por añadidura", que diría Jesús).
Ciertamente expresado así parece como si la Iglesia dependiera de que todos nos convirtiéramos...si fuera así, apañada iría. Por otro lado no quiero decir tampoco que la Iglesia no tenga que reformar o modificar sus estructuras y su funcionamiento. Pero me parece fundamental destacar que los cambios deben de ser precedidos por la conversión y en cierto modo deben ser consecuencia de la misma si queremos que obedezcan a la verdad, porque si las estructuras "por sí mismas llevan a la hipocresía" esto se debe a la hipocresía de los que formamos parte de la Iglesia, que queremos servir siempre a dos señores. Los grandes reformadores han sido por definición grandes santos, y sus reformas no han sido sino poner en práctica lo que le han escuchado al Espíritu. Cuando cualquiera sin el debido conocimiento propone reformas (de alguna manera se pone en la tesitura "si yo fuera obispo", "si yo fuera Papa"...), ¿está escuchando al Espíritu, o se está escuchando a sí mismo y proponiendo una Iglesia a su propia medida?
Personalmente y aunque pueda desear que muchas cosas sean distintas dentro de la Iglesia, estoy cansado, muy cansado del permanente ambiente de sospecha hacia nuestros obispos y el Papa. Pareciera que hay un abismo entre ellos y los demás, que formáramos parte de Iglesias distintas, e incluso que ellos sean el obstáculo que impide a la Iglesia avanzar y que la Iglesia estaría mejor sin ellos. Estoy cansado de iluminados que parecen ver lo que otros no ven, y que pretenden ser los autenticos intérpretes de la voluntad de Dios expresada en el Vaticano II. Estoy cansado de la visión de la estructura jerárquica en la Iglesia en clave de poder mundano, y no en clave de servicio, servicio la mayor parte de las veces muy ingrato y desagradable (pero alguien tiene que hacerlo). Estoy cansado de que tengamos la obligación de resultar "atrayentes" al mundo como si tuviéramos que vender una mercancía, y de que otorguemos al mundo la potestad de erigirse en juez de nuestra hipocresía, cuando nuestra hipocresía proviene de nuestro apego al mundo. Estoy cansado de las burlas de los sabios y entendidos a la fe sencilla del pueblo, como si todos esos conocimientos teológicos (y no teológicos) les fueran a dar la salvación (gnosticismo se llama eso). Afortunadamente todo mi cansancio se ve compensado y con creces por la certeza de que Dios no ve las cosas con nuestros ojos, de que sus pensamientos y los nuestros no son los mismos y de que Él "sabe sacar hijos de Abrahán de las piedras".
Un abrazo.
Bueno, no, espero que no se entienda eso, que no es exactamente el asunto
Quoddammodo.
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
Claro, el cansancio... no hay duda: uno lee una vez una cosa, la piensa, la vuelve a pensar... y ya está, uno ya la comprendió, para qué volver sobre ella? Y entonces cansa ver que el mundo, y a veces las mismas personas vuelven una y otra vez sobre los mismos temas, los mismos argumentos fallidos, los mismos tropezones.
Sin embargo hay una cosa muy particular del devenir de la Iglesia que tenemos que aprender, o mejor dicho "internalizar", apropiárnoslo como un procedimiento personal. Fíjate cuántas veces en la historia la Iglesia ha condenado las mismas herejías. Uno se pregunta, ¿es que no se cansan los concilios y los papas de declarar las mismas cosas? Pues la verdad es que el principio que rige eso es que una condena solo afecta a esa forma en concreto de plasmar una idea, no se condena la "idea herética" sino su presentación, así como la confesión de fe tiene que ver con la "profesión" con el decirla. Entonces si uno se toma el cuidado de comparar lo que parecen ser las mismas condenas, en realidad suelen ser formulaciones semejantes, pero no iguales, no expresan lo mismo.
Así también nosotros, a bulto comprendemos una cosa, y nos parece que A dice lo mismo que B y B lo mismo que C, y que todos ellos incurren en el mismo error, sin embargo si vamos al detalle, veremos que no hay dos palabras de hombres que digan realmente lo mismo, siempre hay desplazamientos inesperados, y por eso mismo, siempre hay posibilidad de verdad incluso en las formulaciones que creíamos ya refutadas.
Cansarse de eso es lógico y natural, pero es también una tentación.
Por otra parte, el comportamiento de la gente de Iglesia no es nunca tan transparente como para que en algún punto las críticas hacia la institución no tengan un punto de verdad. Posiblemente tenemos que llegar a hacer más visible que ese "punto de verdad" que tienen las críticas, no las convierte realmente en alternativas.
Cuando leo las críticas que los ultratradicionalistas (lefebvristas y aledaños) hacen a la institución, compruebo que en su mayor parte tienen razón; pero no tienen ni más ni menos razón que las críticas que hacen los ultraprogresistas. El problema, a mi entender, no es si tienen razón o no, sino en nombre de qué planteo de "verdad de la Iglesia" se están queriendo establecer esas críticas.
Aunque es difícil probarlo, uno ve que en esas críticas hay mucho de afectivo, mucho de sentimientos heridos, y que da igual lo que haga la institución porque la que hiere, o peor aun, ha herido, es ella misma, y por tanto no se subsanará el problema ni aunque cambie. Es un círculo maldito en cierto sentido, pero no logramos nada no queriendo aceptar que existe. No basta "razonar" la institución, hay que sentirla, hay que amarla "como sea", para que luego, ese "sea" sea cada vez mejor.
Pero claro, quién da el primer paso, ése es el punto. Opino que ese primer paso no se puede programar ni apresurar, pero hay que estar preparado para que se dé, y la manera de estar preparado es mantener vigente el diálogo dentro de la Iglesia. Diálogo que es cansador porque no llega propiamente a nada, pero cumple la importante misión de mantener viva la posibilidad de un acercamiento.
---------------------
«Cristo dijo en el Evangelio: Yo soy la verdad, y no dijo: Yo soy la costumbre» (San Libosio, obispo y mártir)
Supongo, nehua, que, siguiendo idéntico esquema, hoy te harás parecidas preguntas respecto al colectivo de taxistas -al menos, de los de habla inglesa- que las que te salen respecto a la Iglesia. Me explico: ¿cumplen los taxistas de hoy un auténtico papel de servicio público o habremos de tenerles miedo?
PD: normalmente, antes de un "apunte" viene un "cargue", y luego va el "dispare" -o el "disparósele"-. Pero, claro, es que era taxista; ese colectivo. ¿Veraz que sí?
Estimada Maite, como fuiste la primera que se asomó al nuevo tema te contesto la primera, ¿vale?
Mira, Maite, mi grupo existencial, con quien comparto y vivo mi fe de cada día, junto con mi familia, es mi parroquia. En ella estamos en un momento esperanzador de cambio buscando juntos, cristianos de a pie: sacerdote, religiosos y laicos, nuestra identidad cristiana para idear un plan pastoral parroquial que nos implique a todos y nos permita crecer en nuestro ser cristiano. Por eso, Maite, mira, cuando hablo del clamor de nosotros, ese “nosotros” no se está refiriendo ni estoy representando a ningún grupo especial (como bien dice Abel, yo no pertenezco a ningún grupo especial, soy simplemente un creyente como tú ). Me refiero a nosotros creyentes. Te añado la palabra para aclarar la pregunta: ¿Qué hay verdaderamente detrás del clamor de un gran sector de entre nosotros creyentes que urge la renovación de
Maite: Con respecto a los abusos –es verdad tu corrección, es a menores como bien dices y no a niños, fue un lapsus- mi intención no es volver a sacar el tema que ya está sabido. El meollo de la pregunta viene después y está dirigida a ver si esto que ha sucedido (primero el silenciamiento del hecho, su ocultamiento…y después, cuando ya está en el dominio público y es irreversible, es cuando el papa ha sido implacable y en su discurso a los obispos de Irlanda ha desembocado en tolerancia cero, cosa que me parece estupenda y valiente pues, como dice él, hay que perseguir estos hechos y que tengan su castigo), a ver si esto que ha sucedido –digo- “es algo puntual y marginal o está destapando verdaderamente, un proceder, una forma de ser y actuar de una Iglesia que, por debajo de la alfombra, esconde formas y comportamientos que no sólo no son políticamente correctos sino que contradicen al Evangelio de Jesús?” Esta es la pregunta que deberíamos responder.
Maite: hay algo que has escrito, y la verdad “es muy fuerte”, como dices. Me ha sorprendido sobremanera viniendo de ti que tienes la responsabilidad de encargada de sección dentro del foro “Hoy en
“Cristo es la luz de los pueblos. Por eso, este sacrosanto Sínodo, reunido en el Espíritu Santo, desea vehementemente iluminar a todos los hombres con la luz de Cristo, que resplandece sobre el rostro de
Quise titular este post “la veracidad de
Es por eso, Maite, que, donde estoy totalmente de acuerdo contigo es cuando afirmas con rotundidad:
en los centros de
Esto que afirmas, Maite, es, lo que yo creo que es
Maite, me gusta dialogar, y te aseguro que no quiero imponer mi pensamiento, sino que he encontrado en este foro un buen “ámbito”, que diría Guardini, en donde podemos crear un espacio y un lugar de encuentro que nos permita crecer juntos y confirmarnos mutuamente en nuestra fe. Respeto la sinceridad de tus argumentos aunque no esté de acuerdo con algunos planteamientos que haces, pero eso no rompe nuestra pertenencia común a la Iglesia.
PD. Sólo una aclaración: Nehua, aunque termine en "a" no se refiere a una chica. Como podrás verlo en la lista de miembros me llamó Javier. Nehua = yo, pronombre personal, primera persona en Nahuatl, la lengua de mis antepasados.
¿Qué hay verdaderamente detrás del clamor de un gran sector de entre nosotros creyentes que urge la renovación de la Iglesia?
Gran sector? Podrías cuantificarlo mejor?
Yo pensaba, querida Nehua, que la renovación la deseamos todos. Mientras nos detengamos en la palabra "clamor" estamos todos de acuerdo y hay poco de qué hablar mientras no descendamos a cierta materia.
Quizás sea verdad que tú no te encuentres en este grupo creyente que busca actualizar su fe
Con todos mis respetos, procura no pasarte más pueblos que ya llevas algunos de más.
Otra pregunta: los obispos no son cristianos de a pie como los sacerdotes, los religiosos y los laicos? Como viene a decir Kanbei, no estás marcando diferencias y distancias irreales, absurdas y ridículas?
Nota: espero no pillarte demasiado susceptible.
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
“es algo puntual y marginal o está destapando verdaderamente, un proceder, una forma de ser y actuar de una Iglesia que, por debajo de la alfombra, esconde formas y comportamientos que no sólo no son políticamente correctos sino que contradicen al Evangelio de Jesús?
Si no demonizáramos a los obispos, puesto que los tenemos en un lugar esencialmente distinto al nuestro (casi como excluidos de nuestro grupo) ya que "no son de a pie", los podríamos comprender y ponernos en su lugar por un momento aunque sea.
Dices que esa "es la pregunta que deberíamos responder". Sin embargo, con la pregunta ya estás dando la respuesta y no vas a admitir otra distinta. Es una pregunta para que cada cual se la responda para sus adentros igual que se la responde quien la plantea. Es un mero recurso de oratoria y, cuando es un falso planteamiento o basado en falsas premisas y prejuicios, pura demagogia.
No te parece?
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
Me ha sorprendido sobremanera viniendo de ti que tienes la responsabilidad de encargada de sección dentro del foro “Hoy en la Iglesia” (aunque viéndolo bien, lo cortés no quita lo valiente)
Pies de plomo, querido Nehua (mis disculpas por lo de "querida" en otras ocasiones). Pies de plomo.
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
Si me permites seguir, querido Nehua... Verás que sigo con el mismo espíritu amigable, no por las palabras amables sino también por el tono.
Esto que afirmas, Maite, es, lo que yo creo que es la Iglesia veraz, ¿te das cuenta?
Supongo que la Iglesia que celebra los sacramentos también pensarás que es veraz: más veraz. Me explico.
Si puntualizas que la Iglesia de Cáritas, de la Madre Teresa de Calcuta y demás es la veraz, es de suponer que piensas que la paerte de la Iglesia que excluyes es no-veraz.
De eso es de lo que nos damos cuenta, pero ya hace semanas de ello. Ya que va unido a que no conjugas bien, al menos en tu discurso, el sacerdocio real y el ministerial (verdad creída desde los albores del cristianismo y no como novedad del CVII), la marcada diferencia que enfatizas entre "sectores eclesiales" con expresiones como "cristianos de a pie", incomprensión hacia los que ejercen el gobierno,...
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
Maite, me gusta dialogar, y te aseguro que no quiero imponer mi pensamiento, sino que he encontrado en este foro un buen “ámbito”, que diría Guardini, en donde podemos crear un espacio y un lugar de encuentro que nos permita crecer juntos y confirmarnos mutuamente en nuestra fe. Respeto la sinceridad de tus argumentos aunque no esté de acuerdo con algunos planteamientos que haces, pero eso no rompe nuestra pertenencia común a la Iglesia.
Un poco de baselina o de babeo no viene mal.
[Uy! Un pecadillo se me ha escapado]
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
Gerard... perdona pero mi último mensaje va dirigido a Maite, y por eso las apreciaciones concretas que haces las has sacado fuera de su contexto. Únicamente añado "creyentes" a "nosotros" para hacerle ver que el "nosotros" no se refiere a un grupo fantasma al que yo pertenezco según ella entendió, sino a muchos creyentes que ansiamos un cambio en las formas y comportamientos de algunos estamentos de la Iglesia, la Curia romana, por ejemplo, o la forma de presentarse algunos obispos que se sienten a gusto como "príncipes" de la Iglesia viviendo y actuando como tales. Y si no incluí a los obispos en mi afirmación a propósito de los "cristianos de a pie" fue sencillamente porque estoy hablando de mi parroquia, de este núcleo eclesial que sólo tiene sacerdote, religiosos y laicos. Lo cual, mi querido Gerard, no significa que esté excluyendo la figura de nuestro obispo como pastor diocesano que anima, coordina y pastorea todas nuestra parroquias dentro de su juridicción.
En mi santa humildad, me alegra que saques mis apreciaciones de contexto. [el segundo pecadillo: perdón]
un cambio en las formas y comportamientos de algunos estamentos de la Iglesia, la Curia romana, por ejemplo
Ahí le has dado. Aunque esto es lo que menos importancia tiene de lo que te he comentado.
Supongo que conoces a muchos Príncipes de la Iglesia para tener esa opinión generalizada de tal "estamento" (dicho así usando tu vocabulario). Por eso te pregunto: no realizan tareas asistenciales? están todo el día ejerciendo su autoridad?
Ah! Y como anotación colateral, decir que tu núcleo eclesial no es aislado ni del obispo, ni de ningún Prefecto ni del Papa. Muestras ahora un reduccionismo de comunidad eclesial que no es de extrañar dada tu trayectoria.
No te lo tomes como algo personal. No quiero excluirte. Y pongo a Abel por testigo. Espero que te lo tomes así.
Comprende que el lenguaje es significativo. No es solo cuestión de mero lenguaje.
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
Otra disculpa. Permíteme que a veces fraccione el post en varios.
Un abrazo.
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
En pro de tu tranquilidad, más si cabe, he de decirte que no tienes un marcado acento racionalista-teorizante como otros que pasaron por aquí. Nunca te he tratado como elemento nocivo o extraño (y quien piense lo contrario que me pida explicaciones que se las daré sin parcialidad pues está todo a la luz), a ti en particular y personalmente.
He disentido, eso sí, de buenas maneras. Y de no tan buenas te ve venido a decir 'pesao'.
Mi pecado no es más grave que este y por ello te pido perdón.
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
Ahora bien, al tema del sacerdocio no es colateral ni off topic en este hilo, heredero en parte del anterior.
Así que también te agradecería que lo abordases directa y explícitamente de manera personal.
---------------------
El mundo escucha de buen grado a los maestros, cuando son también testigos.
Benedicto XVI.
La Iglesia debe ser reformada. Eso es un principio que casi se podría decir atemporal, esencial a la Iglesia que fundó Jesús. Si no fuera así, no podría ser el cuerpo de Cristo manifestado en la historia humana. Todavía no se había terminado de escribir el Nuevo Testamento y ya la Iglesia se había "desviado del ideal", y el Apocaleta tiene que reconvenir e instar a la conversión y reforma a casi siete de sus siete iglesias.
Si esto es así, es natural que en cada época surjan voces que claman por esa reforma; es un aspecto del carisma profético que hemos recibido todos en el bautismo. La Iglesia tiene autoridades, y como toda autoridad legítima debe ser obedecida, pero también como corresponde a la autoridad fundada en Jesús, debe ser esclarecida a cada momento, y para ello debe ser cuestionada, probada, y reformulada. Eso no es una concesión al "democratismo" del siglo, sino algo que ocurre en la Iglesia esencialmente. y que además siempre ha ocurrido; sólo quien desconoce la historia de la Iglesia puede pretender que en la Iglesia "se obedece y punto", y sólo manteniendo (culposamente) al cristiano en la ignorancia más supina de la historia de su propia Iglesia se le puede hacer creer que la obediencia en la Iglesia es sinónimo de obsecuencia.
Hasta aquí son principios, se podrá estar de acuerdo o no con el modo en que los formulo, se podrán decir más o menos claros, o de otra manera, pero nadie, ni un jesuita del siglo XVII y su "obediencia ciega", seriamente podría poner en duda el fondo.
El problema no está en los principios sino que, como en toda confrontación con un ideal, está en de dónde saco ese ideal. Reconozcamos en que Jesús no nos lo puso nada fácil. Si recorremos el Nuevo Testamento encontraremos muchos modos concretos de realizar fácticamente la Iglesia. Se habla con mucha liviandad entre los católicos del "primado de Pedro", y damos por supuesto que ese "primado" implica un modo concreto de ejercerlo, pero la cuestión es que las formas que puede adquirir ese primado no sólo pueden variar, sino que de hecho han variado enormemente a lo largo de la historia. Ni siquiera el primado de Pedro está descripto en el Nuevo Testamento en una forma concreta de ejercerlo. No hay ninguna forma histórica de Iglesia que esté plasmada en el Nuevo Testamento como una figura inamovible. Lo que el Nuevo Testamento trae son, nuevamente, principios, líneas de acción y organización. Realiza, sí, figuras concretas de Iglesia, pero realiza tantas distintas (es distinta la Iglesia de Jerusalén que las comunidades fundadas por Pablo, que la de Antioquía, que la de Roma, etc.), que si quisiéramos decir que la Iglesia de Jesús tiene obligatoriamente que ser así o asá, necesariamente terminamos en una atomización de Iglesias de Jesús.
Ahora bien, yo lo que me pregunto es si los reformadores que claman proféticamente contra la forma histórica vigente, al menos los que más se hacen oír, están escudriñando su ideal entre las páginas del Nuevo Testamento, o la están escudriñando en el siglo, en las modas, en los clichés políticamente correctos.
Yo no me creo que teólogos como los de la Juan XXIII para quienes la exclusión de los evangelios apócrifos es un rasgo de autoritarismo, puedan escudriñar proféticamente un Nuevo Testamento en el que en el fondo no creen. No me cuadra esa reforma, aun siendo esencialmente reformista. ¿Podría "democratizarse más" la Iglesia? posiblemente, y posiblemente se llegue a ello en algún momento. Pero quienes claman hoy por "democratización" yo no veo que lo hagan confrontando con el ideal joánico de "uvas en el racimo", sino que te dicen lo más campantes que la Iglesia debe acomodarse en cada época a la figura de autoridad vigente... y se quedan tan orondos creyendo que han dicho una genialidad.
Con reformadores así, la reforma de la Iglesia se retrasa cada día más, porque ellos mismos, y su profunda infidelidad al modo como el propio Espíritu pide esas reformas, la retrasan: «Date cuenta, pues, de dónde has caído, arrepiéntete y vuelve a tu conducta primera.» (Apoc 2,5), ésa es palabra del Espíritu. En cambio, y por tomar sólo un ejemplo del panfleto d ela Juan XXIII: «Creemos necesario que se facilite el acceso de las mujeres al sacerdocio ordenado en sus diferentes grados, como sucede en la mayoría de las iglesias cristianas», "como sucede en la mayoría" es una fundamentación antievangélico y antibíblico (cfr. 1Sam 8,5pass), Jesús fue crucificado "por la mayoría"; además de que en el caso concreto del sacerdocio femenino el fundamento es objetivamente falso, porque no hay una sola Iglesia que considere el sacerdocio un sacramento -es decir, la católica, las ortodoxas, y una de las ramas del anglicanismo episcopaliano- que tenga sacerdocio femenino.
Yo estoy convencido que estos reformadores son, en este momento, uno de los mayores escollos al reformismo en la Iglesia, porque obligan a quienes no quieren -ni pueden en la fe- compartir su liviandad e ignorancia profundamente cismáticas, a alinearse con los sectores que están conformes con las cosas como están porque total en sus despachos refrigerados nada les afecta.
---------------------
«Cristo dijo en el Evangelio: Yo soy la verdad, y no dijo: Yo soy la costumbre» (San Libosio, obispo y mártir)