Madrid, 10/12/07 - (VERITAS) El sacerdote José Pedro Manglano acaba de publicar “El amor y otras idioteces. Guía práctica para no perder a quien tú quieres” (Planeta), un ensayo escrito con el deseo de llegar a un gran público, en el que la reflexión se realiza a través de “relatos formidables de literatura contemporánea”. La escritora Ángela Vallvey acompañará mañana, martes 11 de diciembre, a Manglano en la presentación del libro que tendrá lugar en Madrid.
El autor –conocido por libros como “22 maneras de caerse bien”, “El libro de la Misa” o “Dios en on”- desarrolla en sus libros lo que él llama estilo “dialógico”, en este caso, “un diálogo entre las distintas maneras de entender las cosas relativas al amor, la sexualidad y el matrimonio”.
“En nuestra sociedad, el cristiano no entiende a veces por qué la cultura occidental propone una forma de vivir el amor distinta –en tantos puntos antagónica- a la propuesta de la iglesia. Es bueno entender las verdades ocultas en las que se fundamenta una propuesta y otra, para establecer un diálogo, ver las posibles fallas, respetarse y hablar. En este libro, por eso, parto de la literatura y lo analizo desde la antropología: no entro en razones de fe. Simplemente, quiere andar por el terreno que todos compartimos”, especifica el escritor.
En esta entrevista concedida a Veritas, Manglano habla de la “idiotez” del amor, del papel del cuerpo en la relación amorosa, de las razones que han llevado de la creencia en el “amor eterno” a la práctica del “amor efímero”, y del matrimonio como presunto culpable de la muerte del amor.
A este respecto, considera que “si el amor es la relación y entrega a un tú, el matrimonio no es algo extraño al mismo amor. No es solo oficialización de nuestra relación, sino fundamentalmente es el vínculo mismo que nosotros creamos al entregarnos. El vínculo puede ser público y celebrado. Entonces el matrimonio no mata, sino todo lo contrario: es ayuda de su pervivencia”.
Al “amor subjetivo” propuesto desde la filosofía de Spinoza, Manglano opone otras filosofías que comprenden el amor como algo objetivo. “el ejercicio libre de amar a otra persona, de unirme a ella”.
“El ‘tú’ no es una ocasión de sentirme enamorado, sino que el ‘tú’ es el motivo por el que yo salgo de mí para instalarme en otro centro vital que es la persona del amado. El amor es referencial: salgo de mí hasta otro al que me doy. Entonces sí es posible realizar un amor eterno, que, por otro lado, es lo que a todos nos gustaría. Como he oído repetidas ocasiones a quienes llevan varias experiencias matrimoniales, ‘lo ideal sería que durase siempre, pero… no es fácil: ya me gustaría’”, comenta el autor.